La tentación populista: Agravio económico y reacción política en la era moderna

Opiniones de los lectores

El libro de Barry Eichengreen explora el auge histórico y contemporáneo del populismo en Estados Unidos y Europa, analizando sus causas, efectos y posibles soluciones. El autor analiza las condiciones socioeconómicas que fomentan el populismo y lo presenta como una fuerza divisoria a la que hay que hacer frente mediante amplias reformas económicas y políticas.

El libro ha sido elogiado por ser estimulante, fácil de leer y relevante. Eichengreen ofrece una exhaustiva perspectiva histórica del populismo, acompañada de un análisis contemporáneo. Los lectores aprecian el contenido informativo, el dominio del tema por parte del autor y la atractiva definición del populismo. A muchos les ha parecido perspicaz y pertinente para comprender el panorama político actual.

Los críticos señalan el partidismo ocasional del libro y su organización inconexa, describiéndolo como una colección de ensayos más que como una narración cohesionada. Algunos consideran que el contenido es árido, denso o tedioso, y que carece de interés para los lectores que no estén familiarizados con la historia económica. Hubo quejas sobre la inexactitud de los hechos y la excesiva dependencia de perspectivas partidistas.

(basado en 16 opiniones de lectores)

Título original:

The Populist Temptation: Economic Grievance and Political Reaction in the Modern Era

Contenido del libro:

El populismo, tanto de derechas como de izquierdas, se ha extendido como un reguero de pólvora por Europa y Estados Unidos y está haciendo incursiones en otras partes del mundo. En términos más sencillos, el populismo es una ideología política que vilipendia a las élites, las minorías y los extranjeros, al tiempo que ensalza al «pueblo». Alcanzó su apogeo en EE. UU. con la elección de Donald Trump, pero ha sido una fuerza en Europa desde la Gran Recesión y la crisis de los refugiados. Ahora vemos el ascenso de líderes con tendencias populistas en todas partes, desde Brasil hasta Turquía.

En La tentación populista, Barry Eichengreen sitúa este resurgimiento global del populismo en su contexto histórico. Los populistas siempre han prosperado, observa, en épocas de malos resultados económicos. El populismo se alimenta de la creciente desigualdad, que aumenta las filas de los rezagados y aviva el descontento con el statu quo económico. Responde al rápido cambio económico que aumenta la inseguridad.

Según Eichengreen, estos acontecimientos económicos dan lugar a reacciones populistas cuando ponen de manifiesto los intereses divergentes del pueblo y de la élite. Las crisis bancarias y financieras son un ejemplo de ello: los financieros que precipitan esas crisis son miembros de la élite y se considera que se benefician a expensas del pueblo.

Pero el populismo es también una protesta contra el declive de la influencia de las tradiciones, las creencias y la comunidad de los grupos antaño dominantes. Es una reacción contra el desafío que plantean los inmigrantes y las minorías al pueblo como entidad homogénea y bien definida. Los populistas que aprovechan estos sentimientos apelan a un pasado glorioso y mitificado basado en las tradiciones colectivas de esa mayoría antaño dominante. Invocan el nacionalismo y critican a los políticos que defienden la diversidad, las fronteras abiertas y la igualdad de derechos. Según Eichengreen, el populismo tiene un atractivo especial cuando confluyen estas políticas identitarias y los agravios económicos.

No existe una solución mágica a estas preocupaciones, pero Eichengreen señala un punto de partida: reforzar las políticas del Estado del bienestar que propicien una mayor igualdad de oportunidades y cohesión social. Comparando Europa con Estados Unidos, muestra que el mosaico del Estado del bienestar estadounidense está peor equipado para hacer frente a las consecuencias de la globalización y el cambio técnico y a la creciente distancia entre grupos sociales. Esta realidad será difícil de cambiar, ya que el limitado Estado del bienestar estadounidense refleja la desconfianza históricamente arraigada en el país hacia los grandes gobiernos. Por tanto, Eichengreen concluye que es en Estados Unidos donde el canto de sirena del populismo es más atractivo y peligroso.