Puntuación:
El libro ofrece un examen detallado de la Ruta de la Seda y sostiene que la ruta comercial no era la bulliciosa autopista del comercio que a menudo se describe, sino que se caracterizaba por intercambios más pequeños y localizados. A pesar de su exhaustiva investigación e información, los lectores expresan opiniones diversas sobre su calidad y organización, y algunos lo encuentran caótico y repetitivo. Algunos opinan que resta importancia al significado cultural más amplio de la Ruta de la Seda en favor de una estrecha tesis comercial.
Ventajas:⬤ Rico en nuevas perspectivas históricas y bien documentado, ofrece un nuevo punto de vista sobre la Ruta de la Seda.
⬤ Equilibra el rigor académico con la legibilidad, con bellas ilustraciones y fotografías.
⬤ Ofrece una narración coherente basada en pruebas y documentos arqueológicos.
⬤ Fomenta el interés por visitar Asia Central y comprender su importancia histórica.
⬤ La organización del libro puede ser caótica, saltando en el tiempo y la geografía, lo que hace que sea confuso de seguir.
⬤ Reitera su tesis central sobre el comercio localizado, que algunos lectores consideraron pedante y larga.
⬤ No aborda en detalle las afirmaciones contrarias, lo que lleva a algunos a pensar que el argumento es unilateral.
⬤ Criticado por la falta de un contexto cultural y económico más amplio, al centrarse demasiado en la logística comercial.
(basado en 101 opiniones de lectores)
The Silk Road: A New History
La Ruta de la Seda es tan emblemática en la historia mundial como el Coloso de Rodas o el Canal de Suez. Pero, ¿qué era exactamente? La ruta de la seda evoca la imagen borrosa de una caravana de camellos cargados de seda por un camino polvoriento en el desierto, desde China hasta Roma. La realidad fue diferente y mucho más interesante, como revela esta nueva historia.
En La Ruta de la Seda, Valerie Hansen describe los notables hallazgos arqueológicos que revolucionan nuestra comprensión de estas rutas comerciales. Durante siglos, los documentos más importantes permanecieron ocultos, a veces enterrados deliberadamente por los burócratas. Pero las arenas del desierto del Taklamakán han revelado material fascinante, a veces conservado por lugareños analfabetos que reciclaban documentos oficiales para fabricar plantillas para zapatos o prendas para los muertos. Hansen explora siete oasis a lo largo del camino, de Xi'an a Samarcanda, donde mercaderes, enviados, peregrinos y viajeros se mezclaban en comunidades cosmopolitas, tolerantes con religiones que iban del budismo al zoroastrismo. No existía una vía única y continua, sino una cadena de mercados que comerciaban entre oriente y occidente. China y el Imperio Romano tenían muy poco comercio directo. Los principales socios de China eran los pueblos del actual Irán, cuyas tumbas en China revelan mucho sobre sus creencias zoroástricas. La seda no era el bien más importante de la ruta; el papel, inventado en China antes de que naciera Julio César, tuvo un mayor impacto en Europa, mientras que los metales, las especias y el vidrio eran tan importantes como la seda. Quizá lo más significativo de todo fue la transmisión de ideas, tecnologías y motivos artísticos.
La Ruta de la Seda es una fascinante historia de descubrimientos arqueológicos, transmisión cultural e intrincadas cadenas a través de Asia Central y China.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)