Puntuación:
El libro ofrece una visión de la Partición de la India y de los conflictos que surgieron durante este acontecimiento histórico, destacando tanto las perspectivas de las figuras coloniales británicas como el impacto en la población local. Se caracteriza por fuertes opiniones sobre la implicación británica y presenta puntos de vista contradictorios sobre las acciones y los motivos de figuras como el comandante Brown.
Ventajas:El libro ofrece una perspectiva desde el lado británico de la Partición, incluyendo interesantes relatos históricos e historias individuales. Los lectores aprecian la exploración de las complejas relaciones en un periodo turbulento y algunos consideran que ofrece una valiosa visión de las consecuencias del colonialismo.
Desventajas:Los detractores sostienen que la narración puede presentar relatos sesgados o melodramáticos, que glorifican a los personajes británicos al tiempo que restan importancia al sufrimiento causado por las políticas coloniales. Algunos consideran frustrante la perspectiva del autor, especialmente en lo que se refiere a las decisiones políticas tomadas por forasteros sin tener en cuenta a la población local.
(basado en 7 opiniones de lectores)
Gilgit Rebellion: The Major Who Mutinied Over Partition of India
En 1942, William Brown fue destinado como oficial recién graduado del ejército indio a la Agencia Gilgit, en el extremo norte de la Frontera Noroeste. Viajó mucho, aprendió los dialectos locales y construyó el campo de polo de Chilas.
Tras un breve periodo fuera de Gilgit, justo antes de la Partición, a principios de 1947, fue nombrado comandante en funciones de los Gilgit Scoots. Para su horror, se enteró de que el virrey Lord Mountbatten había dictaminado que Gilgit, a pesar de ser musulmana en un 99%, debía ser cedida al dominio hindú. Consciente de que se trataba de una decisión desastrosa e insensible que conduciría a la insurrección, el caos y el derramamiento de sangre, el comandante en funciones Brown, de 25 años, se encargó de destituir al gobernador indio, volar a Karachi y ofrecer Gilgit a los pakistaníes, que aceptaron con presteza.
Brown sabía que, a ojos de los indios y de Mountbatten, era un amotinado que habría sido ejecutado si hubiera caído en manos indias. Por eso resulta tan extraordinario que seis meses después se le concediera la MBE, cuya mención era tan vaga que no daba ninguna indicación del motivo.
Además de ofrecer un relato hora a hora de este drama político y militar, las memorias de Brown captan la atmósfera y la magia de este remoto país en las postrimerías del Imperio. ".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)