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El libro «The Amateur Hour» (La hora del aficionado), de Jonathan Zimmerman, ofrece una historia exhaustiva de las prácticas docentes en la enseñanza superior en Estados Unidos, utilizando una amplia investigación de archivo e integrando testimonios personales. Ha sido bien acogido por su enfoque académico y sus perspicaces perspectivas, aunque tiene algunas limitaciones en cuanto a su alcance.
Ventajas:El libro es muy recomendable para profesores universitarios e interesados en la historia de la enseñanza superior. Presenta una amplia investigación de archivo, abarca un amplio abanico de instituciones en lugar de limitarse a las grandes universidades, y entrelaza con éxito el contexto histórico con los testimonios personales de diversas partes interesadas en la educación. Se percibe como un examen ágil y erudito de la evolución de las prácticas de instrucción y hace hincapié en los retos de larga data a los que se enfrenta la enseñanza.
Desventajas:Algunos lectores consideran que el libro carece de profundidad en ciertas áreas, como los programas de honores y las prácticas educativas de instituciones específicas. Además, el tono personal es mínimo, lo que puede no atraer a todos los lectores. La publicación del libro coincidió con la pandemia de COVID, lo que posiblemente hizo que pasara desapercibido.
(basado en 3 opiniones de lectores)
The Amateur Hour: A History of College Teaching in America
La enseñanza universitaria estadounidense está en crisis, o eso nos dicen. Pero esta queja se viene oyendo desde hace 150 años, cuando los críticos han denunciado la mala calidad de la enseñanza en las aulas universitarias. Los estudiantes sueñan despiertos en aulas gigantescas mientras el profesor no para de hablar, o se reúnen con un ayudante durante una hora de debate sin rumbo. La universidad moderna no recompensa la docencia, por lo que los profesores de todos los niveles la descuidan en favor de la investigación y la publicación.
En el primer libro de historia de la enseñanza universitaria en Estados Unidos, Jonathan Zimmerman confirma pero también contradice estas perennes quejas. Basándose en una amplia gama de fuentes no examinadas previamente, The Amateur Hour muestra cómo generaciones de estudiantes universitarios denunciaron la deficiente instrucción que recibían. Pero Zimmerman también relata los esfuerzos institucionales por mejorarla, especialmente haciendo la enseñanza más "personal". A medida que la enseñanza superior se convertía en una gigantesca industria, escribe, las facultades y universidades estadounidenses introdujeron actividades en grupos reducidos y otras reformas destinadas a contrarrestar el anonimato de la instrucción masiva. También experimentaron con nuevas tecnologías como la televisión y los ordenadores, que prometían "personalizar" la enseñanza adaptándola a los intereses y capacidades individuales de cada alumno.
Pero, según revela Zimmerman, el énfasis en lo personal inhibió la profesionalización de la enseñanza universitaria, que sigue siendo, en última instancia, una empresa de aficionados. Cuanto más trataban los estadounidenses la enseñanza como una empresa personalísima, dependiente de la idiosincrasia del instructor, menos podían desarrollar normas compartidas para ella. Tampoco han documentado rigurosamente la enseñanza universitaria, una actividad muy pública que ha tenido lugar sobre todo en privado. Abriendo de par en par las puertas de las aulas, La hora del aficionado ilumina la enseñanza universitaria estadounidense y presenta un nuevo argumento para restaurar las comunidades íntimas de aprendizaje, especialmente para los estudiantes menos privilegiados de Estados Unidos. Quien quiera cambiar la enseñanza universitaria tendrá que empezar por aquí.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)