Puntuación:
Algunos lectores aprecian su contenido, mientras que otros critican su formato y sus numerosos errores.
Ventajas:Algunos lectores aprecian disponer de un ejemplar individual y consideran que el contenido es agradable, sobre todo señalando que «Pendennis» es técnicamente tan bueno como las obras más famosas de Thackeray.
Desventajas:Muchos críticos lamentan el gran formato, que consideran incómodo, así como la prevalencia de erratas y errores gramaticales. También se considera que el tamaño de la letra es demasiado pequeño, lo que dificulta la lectura incluso a quienes llevan gafas.
(basado en 4 opiniones de lectores)
The History of Pendennis
Una buena mañana en plena temporada londinense, el comandante Arthur Pendennis salió de su alojamiento, según su costumbre, para desayunar en cierto club de Pall Mall, del que era uno de los principales ornamentos.
Como era uno de los mejores jueces de vinos de Inglaterra, y un hombre de espíritu activo, dominante e inquisitivo, había sido elegido muy apropiadamente para formar parte del Comité de este Club, y de hecho era casi el gerente de la institución; y los camareros se inclinaban ante él tan reverencialmente como ante un Duque o un Mariscal de Campo. A las diez y cuarto, el comandante hacía invariablemente su aparición con las mejores botas negras de todo Londres, un corbatón a cuadros que no se arrugaba hasta la hora de la cena, un chaleco de piel de ante que llevaba la corona de su soberano en los botones, y una ropa blanca tan impecable que el propio señor Brummel le preguntó el nombre de su lavandera, y probablemente la habría contratado si la desgracia no hubiera obligado a aquel gran hombre a huir del país.
El abrigo de Pendennis, sus guantes blancos, sus bigotes, su mismo bastón, eran perfectos en su género como muestras del traje de un militar en retiro. A distancia, o viendo sólo su espalda, se le habría atribuido una edad no superior a los treinta años: sólo con una inspección más cercana se veía la naturaleza facticia de su abundante cabello castaño, y que había unas cuantas patas de gallo alrededor de los ojos algo descoloridos de su hermoso rostro moteado. Su nariz era del modelo Wellington.
Sus manos y muñequeras eran hermosamente largas y blancas. En estas últimas llevaba unos bonitos botones de oro que le había regalado su Alteza Real el Duque de York, y en las otras más de un elegante anillo, el principal y más grande de ellos blasonado con las famosas armas de Pendennis.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)