La guerra de Kitchener: estrategia británica de 1914 a 1916

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Título original:

Kitchener's War: British Strategy from 1914 to 1916

Contenido del libro:

Sin la ventaja del nacimiento o las conexiones sociales, Horatio Herbert Kitchener ascendió rápidamente en el Ejército, de oscuro subalterno al soldado más aclamado de Gran Bretaña. En agosto de 1914, en el momento de mayor necesidad de su país, respondió obedientemente a la llamada para servir como secretario de guerra.

El estudio de George Cassar se centra en el papel de Kitchener a la hora de reconocer y enmarcar los grandes problemas de la guerra a los que se enfrentaban sus compatriotas y los Aliados. Desde el principio apreció las complejidades y exigencias del conflicto global, comprendiendo que duraría al menos tres años y requeriría el despliegue de un ejército masivo. Su campaña de reclutamiento, destacada por el famoso cartel "Tu país te necesita", consiguió casi tres millones de voluntarios, una hazaña que ninguna otra nación beligerante estuvo cerca de igualar.

La estrategia de Kitchener era doble. En primer lugar, para derrotar a Alemania y preservar la independencia de Gran Bretaña, Kitchener comprendió que la clave de la victoria era tratar los frentes occidental y oriental como uno solo.

Por ello colaboró estrechamente con el ejército ruso y le suministró armamento, al tiempo que proseguía con un cuidadoso desgaste en Francia. Su segundo objetivo era mejorar la seguridad de Gran Bretaña y su imperio en un mundo de posguerra, no sólo contra los enemigos sino también contra los aliados.

Basándose en una variedad de fuentes inéditas, que van desde documentos gubernamentales hasta los papeles privados de destacados generales y políticos, el autor arroja nueva luz sobre el controvertido papel de Kitchener en la campaña de los Dardanelos y la crisis de las municiones, sus esfuerzos por organizar una revuelta árabe contra Turquía, su supervisión de las operaciones en África y sus relaciones con colegas y líderes aliados. Este libro, muy ameno, refuta muchos mitos sobre Kitchener, que sus detractores hicieron circular tras su muerte en 1916, y defiende con contundencia que sin su liderazgo la Entente no habría ganado la guerra.