La financiación de la Primera Guerra Mundial por Wall Street; Préstamos Liberty y demonización financiera.

Título original:

Wall Street's Financing of World War I; Liberty Loans and Financial Demonization.

Contenido del libro:

La Primera Guerra Mundial fue una mina de oro para la clase capitalista. El único problema era que no querían pagar ellos mismos todo el coste de la guerra.

Los plutócratas banqueros crearon los programas de Préstamos Libertad para pasar gran parte de ese coste a las clases bajas - cinco en total de 1917 a 1919. Se puso en marcha una intensa campaña para vender los bonos, quizá la campaña de relaciones públicas más importante hasta entonces. Aquellos que se negaron a comprar bonos o menos de su "parte justa" fueron demonizados por la clase capitalista como "holgazanes financieros".

Tales individuos fueron atacados en los medios de comunicación por todos los creadores de opinión de la época. Ninguna excusa para no comprar era aceptable. Era un programa elaborado exclusivamente por la plutocracia bancaria, los burócratas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y administrado por el recién creado sistema bancario de la Reserva Federal.

El programa de bonos era innecesario, ya que la clase dominante podría haber pagado fácilmente el coste total, con dinero casi suficiente sólo en depósitos bancarios líquidos. En todas las discusiones sobre cómo recaudar dinero para la guerra, nunca se mencionó ningún impuesto sobre la riqueza; era ahí donde se encontraba la mayor parte del dinero de la clase capitalista, no en los "ingresos" tal y como se definen habitualmente. Los que se resistían a comprar los bonos eran a menudo objeto de despidos sumarios de sus puestos de trabajo, emplumados y sacados de la ciudad a lomos de un tren.

Aquellos que se negaban a comprar bonos eran atacados sin piedad mediante el nombramiento, la vergüenza, la fuerza y la coacción. Nadie tenía una palabra buena que decir sobre los que se negaban a comprar bonos; no se permitía disentir.