La estrategia de Hitler 1940 1941: La pista de los Balcanes

Opiniones de los lectores

El libro es un estudio académico centrado en las estrategias militares y diplomáticas de la Alemania de Hitler hasta la campaña de los Balcanes de 1941. Proporciona análisis en profundidad de la situación estratégica en Europa y es más adecuado para especialistas que para principiantes.

Análisis en profundidad de los preparativos militares y diplomáticos, gran cantidad de información para lectores serios, excelente calidad y cantidad de datos, muy útil para quienes estudian la Segunda Guerra Mundial.

No es adecuado para principiantes, y un crítico lo tachó de reimpresión mal hecha con una relación calidad-precio cuestionable.

(basado en 2 opiniones de lectores)

Título original:

Hitler's Strategy 1940 1941: The Balkan Clue

Contenido del libro:

¿Invadió Mussolini Grecia contra los deseos de Hitler? ¿Eran los planes del Führer para ese país puramente defensivos? ¿Cómo afectó la campaña alemana en los Balcanes a su ataque contra la Rusia soviética? Éstas son algunas de las preguntas a las que el Dr.

van Crevland ofrece provocativas respuestas. Utilizando la actitud de Hitler hacia Grecia y Yugoslavia como pista vital, este libro propone una novedosa interpretación de la estrategia general de Alemania en los años 1940-1.

Rechazando las «opiniones tradicionales», el autor sugiere que Hitler estaba de hecho muy interesado en el Mediterráneo y en las posibilidades que ofrecía para llevar a cabo una guerra «periférica» contra Gran Bretaña, que autorizó, o al menos toleró en silencio, el ataque de Mussolini contra Grecia; que, después del 30 de noviembre de 1940 aproximadamente, hizo repetidas propuestas pacíficas a Grecia, pero que Atenas las rechazó debido a la presión británica; que rumanos, búlgaros y yugoslavos pusieron serios obstáculos a la planeada invasión alemana de Grecia; que la planificación militar de esa campaña fue vaga en cuanto a sus objetivos hasta el último momento; que el golpe de estado yugoslavo del 27 de marzo de 1941 y la posterior invasión alemana no causaron ningún retraso al ataque alemán contra la URSS.