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The Dirty Dozen: Toxic Chemicals and the Earth's Future
Cuarenta años después de la publicación de Primavera silenciosa de Rachel Carson, este importante estudio examina la historia, los usos industriales y los efectos nocivos de los doce productos químicos organoclorados más utilizados. Todos ellos han sido prohibidos total o parcialmente por el Protocolo de Estocolmo, un tratado internacional firmado por unos 120 países en diciembre de 2000.
Entre los doce se encuentran las dioxinas (el ingrediente activo del agente naranja) y los policlorobifenilos (PCB), que son tóxicos en cantidades ínfimas. Johansen presta especial atención a los inuit del Ártico, donde estas sustancias químicas se han ido bioacumulando hasta alcanzar niveles peligrosos, ascendiendo por la cadena alimentaria hasta un grado de toxicidad tal que algunas madres inuit ya no pueden amamantar con seguridad a sus hijos. El ozono estratosférico polar ha sido devastado por las emisiones de clorofluorocarbonos (CFC), y nuevos descubrimientos científicos relacionan el calentamiento global cerca de la superficie terrestre con un enfriamiento significativo en la estratosfera.
Esta sinergia agrava el agotamiento del ozono porque las reacciones químicas que lo destruyen se vuelven más enérgicas a medida que bajan las temperaturas. Las toxinas sintéticas se han cobrado su tributo en los grupos étnicos minoritarios de Estados Unidos, y los contaminantes orgánicos persistentes han infligido daños fisiológicos a los seres humanos y otros animales.
Por último, Johansen explora los efectos estrogénicos de esas sustancias químicas. El número de espermatozoides ha disminuido hasta un 50% en 50 años.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)