La deformación del tiempo: cómo las fuerzas políticas rivales manipulan el pasado, el presente y el futuro

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Título original:

Warping Time: How Contending Political Forces Manipulate the Past, Present, and Future

Contenido del libro:

Warping Time utiliza una serie de experimentos en los que se cuenta a los encuestados diversas historias sobre el pasado y el futuro y luego se mide el impacto de estas historias en las preferencias contemporáneas. En los sencillos experimentos de Benjamin Ginsberg y Jennifer Bachner, las "lecciones de historia" podían mover las preferencias políticas contemporáneas una media de 16 puntos porcentuales; las previsiones de futuro podían mover las preferencias políticas contemporáneas una media de 12 puntos porcentuales; y las dos juntas movían las preferencias una media de 21 puntos porcentuales.

Y, para dar a todo el asunto un sabor orwelliano, en el caso de las lecciones de historia, estiman un "efecto de borrado" medio de 8,5 puntos porcentuales, es decir, la diferencia entre aquellos con preferencias mantenidas durante mucho tiempo y aquellos cuyas preferencias habían cambiado pero que parecían no recordar que antes tenían otras preferencias. De estas observaciones se desprenden tres proposiciones. En primer lugar, el hecho de que el pasado, el presente y el futuro estén sujetos a la manipulación humana sugiere que la historia está impulsada por ideas y no es simplemente el producto de fuerzas impersonales, condiciones materiales o elecciones pasadas.

Los humanos son los arquitectos de la historia, no sus cautivos. En segundo lugar, lo que conciben como realidad política es bastante tenue.

Los cambios en nuestra comprensión del pasado o del futuro pueden alterar sustancialmente las percepciones generales y la acción en el presente. En tercer lugar, la manipulación del tiempo, especialmente la relación entre pasado y futuro, puede funcionar como una poderosa herramienta política. En esencia, la realidad política puede determinarse políticamente.

El pasado, el presente y el futuro no vienen dados. Son producto de la lucha política, y las victorias en esas luchas están, a su vez, sujetas a futuras revisiones a medida que las fuerzas políticas emergentes descubren que el pasado y el futuro actualmente aceptados son incoherentes con sus propias ideas e intereses.