Puntuación:
Las reseñas destacan una serie de perspectivas sobre «Ciudad de Dios» de San Agustín, señalándola como una importante obra histórica y teológica que ofrece ideas sobre el cristianismo primitivo y cuestiones morales. Aunque muchos elogian su profundidad, rigor intelectual y accesibilidad, algunos critican ediciones específicas por problemas de traducción, formato, falta de anotaciones y problemas de legibilidad.
Ventajas:⬤ Buen tamaño para tomar notas.
⬤ Ofrece ideas históricas y teológicas relevantes para cuestiones morales.
⬤ Reconocida como una obra clásica con ideas profundas que influyen en el pensamiento contemporáneo.
⬤ Ofrece una visión del cristianismo romano tardío y críticas al paganismo.
⬤ Una formidable exploración de la teología cristiana, con una traducción y organización encomiables.
⬤ Algunas ediciones tienen errores de traducción u omisiones.
⬤ Ciertos formatos (por ejemplo, rústica) tienen problemas de legibilidad debido al tamaño o la calidad de la fuente.
⬤ Algunas reseñas mencionan que es largo o aburrido, especialmente para quienes no cursan estudios teológicos.
⬤ La falta de notas finales o anotaciones en algunas ediciones crea confusión.
⬤ Algunos ejemplares de tapa dura presentan defectos físicos.
(basado en 51 opiniones de lectores)
The City of God: Books I-XII
EDICIÓN DE IMPRESIÓN GRANDE, maquetación de fácil lectura, notas completas a pie de página (>1000).
"La Ciudad de Dios, para quienes pueden comprenderla, contiene el secreto de la muerte y de la vida, de la guerra y de la paz, del infierno y del cielo" -Thomas Merton.
"De todos los santos, Agustín es posiblemente el que, como dicen los cuáqueros, 'habla más claramente de nuestra condición'. Hoy como hace mil quinientos años"-Anne Fremantle, Saints Alive.
El filósofo san Agustín escribió La ciudad de Dios (De civitate Dei contra paganos), un tratado filosófico que reivindica el cristianismo, hacia 413-426 de la era cristiana. Con el propósito de solidificar la cristianización del mundo romano, San Agustín dirigió una de las mayores batallas contra la herejía. Su amor por la retórica, combinado con su incesante búsqueda filosófica, allanó el camino para su legado histórico hasta nuestros días. Influyó en la obra de Tomás de Aquino y Juan Calvino y de muchos otros teólogos a lo largo de los siglos.
La primera parte (libros I-X) es una crítica polémica de la religión y la filosofía romanas, correspondiente a la Ciudad Terrena. La segunda mitad de La Ciudad de Dios(Libros XI-XXII) se centra en la defensa que Agustín hace del cristianismo en el contexto de su filosofía y teología de la historia.
LIBROS I-XII- también disponible La Ciudad de Dios-LIBROS XIII-XXII.
Extractos: "La gloriosa ciudad de Dios es mi tema en esta obra, que tú, mi queridísimo hijo Marcelino, sugeriste, y que te debo por mi promesa. He emprendido su defensa contra quienes prefieren sus propios dioses al Fundador de esta ciudad, una ciudad extraordinariamente gloriosa, tanto si la contemplamos como si aún viviera por la fe en este fugaz curso del tiempo, y peregrinara como forastera en medio de los impíos, como si habitara en la estabilidad fija de su sede eterna, que ahora aguarda con paciencia, esperando hasta que "la justicia vuelva al juicio "1 y obtenga, en virtud de su excelencia, la victoria final y la paz perfecta. Gran obra ésta, y ardua; pero Dios es mi ayudador. Porque soy consciente de la habilidad que se requiere para persuadir a los orgullosos de cuán grande es la virtud de la humildad, que nos eleva, no por una arrogancia absolutamente humana, sino por una gracia divina, por encima de todas las dignidades terrenales que se tambalean en este escenario movedizo. Porque el Rey y Fundador de esta ciudad de la que hablamos, ha pronunciado en la Escritura a Su pueblo un dictado de la ley divina con estas palabras: "Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes "2. Pero esto, que es prerrogativa de Dios, también afecta a la ambición inflada de un espíritu orgulloso, y ama entrañablemente que esto se cuente entre sus atributos, a.
Ten piedad del alma humillada,
Y aplastar a los hijos del orgullo. 3
Y por lo tanto, como el plan de este trabajo que hemos emprendido lo requiere, y como la ocasión lo ofrece, debemos hablar también de la ciudad terrenal, que, aunque es señora de las naciones, ella misma es gobernada por su lujuria de dominio." (1 Sal. 94:15, traducido de otro modo en las versiones inglesas. 2 St. 4:6 y 1 Pe. 5:5. 3 Virgilio neid 6. 854. )
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)