Amaos los unos a los otros, amigos míos: Homilías de san Agustín sobre la primera carta de Juan

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Título original:

Love One Another, My Friends: St. Augustine's Homilies on the First Letter of John

Contenido del libro:

La interpretación de Agustín es espiritual --no se trata de preocupaciones eruditas o académicas-- y la traducción de John Leinenweber es fresca y accesible, captando la claridad, brillantez e inspirada pasión del original. Juan ha dicho muchas cosas, afirmó Agustín, y casi todas ellas se refieren al amor.

Las seis primeras de las diez homilías fueron pronunciadas en los días de la octava de Pascua. Este período resultó demasiado corto para que Agustín pudiera abarcar la totalidad de la carta, por lo que predicó cuatro homilías adicionales más tarde, en primavera. En sus Confesiones, Agustín hablaba de su gran anhelo juvenil de amar y ser amado, un tema que atraía mucho a sus oyentes.

Mientras pronunciaba estas homilías, era interrumpido una y otra vez por aplausos y gritos de entusiasmo.

Las diez homilías están divididas en veinticuatro breves capítulos: El mandamiento del amor, Dos amores (el de Dios y el del mundo), Cristo y los anticristos, La oración sin respuesta, Dios es amor, Dios nos ha amado primero, El amor echa fuera el miedo. Las suyas son en gran parte enseñanzas morales, que tratan temas como la oración, nuestros enemigos, el temor de Dios, la iglesia, el mundo (tan importante en los escritos de San Juan).

¿Qué hay que hacer para amar a Dios y a los demás? ¿Cuáles son las trampas del amor? ¿Cómo se puede aprender a amar más? A lo largo de las homilías, se expresa con elocuencia el gran deseo de Agustín de amar y ser amado y de vivir eternamente con Dios. Creyéndose ignorante de las Escrituras, al principio se consideró poco preparado para el sacerdocio. Los incansables estudios posteriores de Agustín desencadenaron un torrente de comentarios bíblicos que le llevaron a ser considerado, junto con Tomás de Aquino, uno de los más grandes maestros que ha dado la Iglesia occidental y uno de sus más grandes Padres.

Su enorme intelecto moldeó el pensamiento del cristianismo occidental, y sus ideas dominaron el pensamiento del mundo occidental durante mil años después de su muerte. Agustín escribió profusamente, explicando y defendiendo la fe. Llamado Doctor de la Gracia, sus obras más conocidas son sus Confesiones, uno de los mayores clásicos espirituales de todos los tiempos, y Ciudad de Dios, una exposición de una filosofía cristiana de la historia.