The House on Maple Street
Francine Maria Capellini se llamaba como su abuela y tenía muchos de sus rasgos de personalidad y físicos. De niña, la joven Frannie se quedaba embelesada cuando la mayor de las Francine, abuela de Frannie, le contaba salvajes historias de aventuras en lugares muy, muy lejanos del pequeño y monótono pueblo de Cittadina, Nueva York.
Pero mientras Francine parecía contenta de vivir en la misma casita, en el mismo pueblecito donde su familia había vivido durante generaciones, Frannie no veía la hora de sacudirse el polvo de los pies y dejar Cittadina por el retrovisor en cuanto terminó el instituto. Al cabo de unos años, Frannie se había metido de lleno en el ajetreado mundo del periodismo de la Gran Manzana. Tenía un trabajo estupendo, un novio guapo y una vida que distaba un mundo de sus orígenes pueblerinos.
Entonces llegó la llamada.
La abuela había muerto y le había dejado a Frannie la casa de Maple Street.
Frannie tendría que volver a su pueblo natal, arreglar la vieja casa y venderla antes de poder seguir adelante con su vida. Pero Cittadina ejerció una inesperada atracción sobre Frannie, y el último legado de la abuela proporcionó respuestas a preguntas largo tiempo enterradas que desvelaron el corazón de Frannie.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)