Informe sobre la salud en el mundo 2000

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Título original:

The World Health Report 2000

Contenido del libro:

El Informe sobre la salud en el mundo 2000 es un análisis experto de la influencia cada vez más importante de los sistemas sanitarios en la vida cotidiana de las personas de todo el mundo. En un grado sin precedentes, tiene en cuenta el papel de las personas como proveedores y consumidores de servicios sanitarios, como contribuyentes financieros a los sistemas de salud, como trabajadores de los mismos y como ciudadanos comprometidos en su gestión responsable o rectoría. Los sistemas sanitarios constituyen la interfaz crítica entre las intervenciones que salvan y mejoran vidas y las personas que las necesitan. Si los sistemas sanitarios son débiles, el poder de estas intervenciones también se debilita, o incluso se pierde. Por tanto, los sistemas sanitarios merecen la máxima prioridad en cualquier esfuerzo por mejorar la salud o garantizar que los recursos se utilizan de forma inteligente. En las últimas décadas, los sistemas sanitarios han contribuido enormemente a mejorar la salud de la mayor parte de la población mundial. Al comenzar el nuevo siglo, tienen el potencial de lograr nuevas mejoras en el bienestar humano, especialmente para los pobres. Pero aún se ha hecho muy poco por desentrañar los complejos factores que explican los buenos o malos resultados de los distintos sistemas sanitarios. A igualdad de recursos, ¿por qué unos tienen éxito y otros fracasan? ¿Se rige el rendimiento simplemente por las leyes de la oferta y la demanda, o se aplica otra lógica? ¿Por qué está tan extendida la insatisfacción con los servicios, incluso en los países ricos que ofrecen las últimas intervenciones?

Si los sistemas necesitan mejoras, ¿qué herramientas existen para medir el rendimiento y los resultados? Estas son algunas de las muchas preguntas que se abordan en este informe. Basándose en una serie de experiencias y herramientas analíticas, el informe traza la evolución de los sistemas sanitarios, explora sus diversas características y descubre un marco unificador de objetivos y funciones compartidos. Partiendo de esta base de análisis, el informe abre nuevos caminos al presentar un índice de rendimiento de los sistemas sanitarios basado en tres objetivos fundamentales: mejorar el nivel y la distribución de la salud, aumentar la capacidad de respuesta del sistema a las expectativas legítimas de la población y garantizar contribuciones financieras justas. Como sostiene convincentemente el informe, el buen funcionamiento depende fundamentalmente de la prestación de servicios de alta calidad. Pero depende de algo más que eso. Los sistemas sanitarios también deben proteger a los ciudadanos de los riesgos financieros de la enfermedad y satisfacer sus expectativas con una atención digna. El informe muestra a continuación cómo la consecución de estos objetivos depende de la capacidad de cada sistema para desempeñar cuatro funciones principales: prestación de servicios, generación de recursos, financiación y rectoría. Los capítulos dedicados a cada función ofrecen nuevas perspectivas conceptuales y consejos prácticos sobre cómo evaluar el rendimiento y lograr mejoras con los recursos disponibles.

Con ello, el Informe sobre la salud en el mundo 2000 pretende estimular un vigoroso debate sobre mejores formas de medir el desempeño de los sistemas de salud y encontrar así una nueva dirección acertada que puedan seguir. Al arrojar nueva luz sobre lo que hace que los sistemas de salud se comporten de determinadas maneras, la OMS también espera ayudar a los responsables políticos a comprender las numerosas y complejas cuestiones implicadas, sopesar sus opciones y tomar decisiones acertadas.