Puntuación:
El libro, alabado por su clarividencia y su profunda exploración de temas relacionados con el cristianismo y el humanismo, crea una narrativa inquietante y apasionante que ha cautivado la imaginación de los lectores. Sin embargo, ha recibido críticas por sus puntos de vista eurocéntricos y algunos lo consideran tedioso o carente de notas a pie de página para las referencias religiosas.
Ventajas:⬤ Profundamente clarividente, predice con exactitud las tendencias sociales y el declive moral.
⬤ Una narración cautivadora y apasionante que mantiene enganchados a los lectores.
⬤ Rica visión psicológica de la vida interior de los personajes.
⬤ Provoca la reflexión sobre la intersección de la fe, la política y la cultura.
⬤ Muy apreciado por figuras influyentes como el Papa Francisco.
⬤ Perspectiva eurocéntrica que simplifica demasiado otras culturas.
⬤ Algunos lectores lo encontraron tedioso o difícil de seguir.
⬤ Carece de notas a pie de página para los versos en latín, dejando a algunos lectores perdidos.
⬤ Ciertas interpretaciones del cristianismo pueden resultar desalentadoras o contradictorias con las creencias de algunos lectores.
(basado en 53 opiniones de lectores)
Lord of the World
Robert Hugh Benson (1871-1914) era el hijo menor de Edward White Benson, arzobispo de Canterbury, y hermano menor de Edward Frederic Benson. En 1895 fue ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra por su padre, que era entonces arzobispo de Canterbury. Tras muchos años de cuestionamiento y examen de conciencia, fue recibido en la Iglesia Católica Romana en 1903. Fue ordenado sacerdote católico en 1904 y nombrado Monseñor en 1911. Este libro, escrito en 1907, es la visión distópica de Benson de un mundo futuro cercano en el que la religión ha sido, en general, rechazada o simplemente abandonada. La Iglesia católica se ha retirado a Italia e Irlanda, mientras que la mayoría del resto del mundo es humanista o panteísta. Existe un gobierno "mundial" y la eutanasia está muy extendida. La trama sigue la historia de un sacerdote, Percy Franklin, que se convierte en el Papa Silvestre III, y de un misterioso hombre llamado Julian Felsenburgh, de aspecto idéntico al sacerdote y que se convierte en el "Señor del Mundo". "La única condición del progreso... en el planeta que resultó ser la morada de los hombres, fue la paz, no la espada que trajo Cristo ni la que blandió Mahoma.
Sino la paz que surgía de, no pasaba, la comprensión.
La paz que surgía del conocimiento de que el hombre lo era todo y sólo era capaz de desarrollarse mediante la simpatía con sus semejantes... ".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)