El reproche del hambre: alimentos, justicia y dinero en el siglo XXI

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Título original:

Reproach of Hunger - Food, Justice and Money in the 21st Century

Contenido del libro:

En un libro pionero, basado en seis años de reportajes sobre el terreno, el experto David Rieff ofrece un análisis magistral sobre si acabar con la pobreza extrema y el hambre generalizada está a nuestro alcance como se promete cada vez más.

¿Podremos proporcionar alimentos suficientes a 9.000 millones de personas (2.000 millones más que hoy) en 2050, especialmente a los más pobres del Sur Global? Algunos de los científicos más brillantes, políticos mundiales y personas dedicadas a la ayuda y el desarrollo pronostican el fin de la crisis de malnutrición masiva en las próximas décadas.

Sin embargo, los defensores de los derechos alimentarios (muchos asociados a partidos verdes tanto en el mundo rico como en el pobre) y los defensores de la agricultura tradicional rechazan la intervención de la tecnología, las soluciones biotecnológicas y la agroindustria. Muchos economistas predicen que, con las políticas adecuadas, la pobreza en África puede acabar en veinte años. Los «filantrocapitalistas» Bill Gates y Warren Buffett gastan miles de millones en tecnología para «resolver» el problema, apoyándose en la tecnología.

Rieff, que lleva treinta años estudiando e informando sobre la ayuda humanitaria y el desarrollo, examina con lupa las afirmaciones de ambas partes y se pregunta si alguno de estos esfuerzos resolverá la crisis. Rieff menciona el cambio climático, la inestabilidad de los gobiernos que reciben la ayuda y la estrecha relación entre el sector filantrópico y gigantes de la agricultura como Monsanto y Syngenta, que a menudo se pasan por alto.

The Reproach of Hunger es el único libro que aborda este debate negándose a tomar al pie de la letra las pretenciosas afirmaciones de uno y otro bando. Rieff responde con un cuidadoso «sí» a este desafío crucial para el futuro de la humanidad. La respuesta a la pregunta central es sí, si no confundimos nuestras esperanzas con realidades y las buenas intenciones con capacidades.