The Zulu Kingdom and the Boer Invasion of 1837-1840
La invasión en 1837 del reino zulú por bóers procedentes de la colonia británica del Cabo, y las masacres, batallas y guerra civil que siguieron entre 1838 y 1840, cuando los zulúes resistieron a los colonos con lanzas y mosquetes, fue un momento crítico en la historia de Sudáfrica. Muchos afrikáners celebraron durante mucho tiempo su victoria parcial como justificación divina de su posterior dominio sobre los africanos, mientras que hoy los africanos conmemoran la guerra por su importancia en su lucha contra el colonialismo.
El cambio de percepciones en un mundo poscolonial exige la reevaluación de las guerras de agresión colonial, pero no existe ningún libro en inglés que aborde la guerra entre los bóers y los zulúes en todo su contexto o que tenga debidamente en cuenta las pruebas zulúes. Esta obra intenta hacerlo. A la vez que trata los bandos enfrentados con la mayor imparcialidad posible y contrasta sus sistemas militares, también se esfuerza por desarrollar la perspectiva zulú, menos conocida, explicando la motivación política, los objetivos militares estratégicos y las fisuras en la casa real. Además, el libro sitúa la Gran Marcha de los Bóers, o Voortrekkers, en el contexto de las numerosas migraciones que se estaban produciendo en aquella época en el sur de África como resultado de las convulsiones políticas y sociales generalizadas, de las que el reino zulú, militarmente poderoso, había sido el resultado más significativo.
El libro comienza con el viaje de los Voortrekkers por las tierras altas de la Colonia del Cabo hacia Zululandia, donde pretendían establecerse, y con la guerra que libraron y ganaron en 1836-1837 contra los ndebele, una rama de los zulúes cuyo sistema militar compartían. La batalla de Vegkop demostró la superioridad del fuego de mosquete dirigido desde un campamento seguro de carromatos contra un enemigo armado principalmente con lanzas, y sería el modelo para el éxito de la lucha bóer contra los zulúes en 1838 en las batallas de Veglaer y Blood River. La campaña de 1838 también demostró que los zulúes eran maestros de la sorpresa, la emboscada y la maniobra en campo abierto, lo que se tradujo en sus victorias en las batallas de Bloukrans, eThaleni, Thukela y White Mfolozi.
La guerra llegó a un punto muerto a finales de 1838, pero Dingane, el rey zulú, había quedado desacreditado por su incapacidad para expulsar a los bóers del sur de su reino. Su hermanastro Mpande se rebeló contra él y, en alianza con los bóers, lo derrocó en 1840. Los bóers reconocieron a Mpande como rey de un reino zulú reducido que mantuvo su independencia hasta la invasión británica de 1879.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)