Puntuación:
El libro presenta una perspectiva sensorial de la Guerra Civil, centrándose en las experiencias de los participantes a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Aunque muchas reseñas elogian el ángulo único y las vívidas descripciones, algunos lectores opinan que la ejecución se queda corta en cuanto a profundidad y entrega.
Ventajas:⬤ Enfoque sensorial único de la historia de la Guerra Civil que mejora la comprensión de las experiencias de los participantes.
⬤ Descripciones vívidas que dan vida a los acontecimientos históricos.
⬤ Atractivo para los lectores interesados en la historia, haciéndola accesible e interesante incluso para aquellos a los que normalmente no les gusta leer.
⬤ Un buen complemento de los conocimientos históricos existentes, que aporta nuevos puntos de vista y perspectivas.
⬤ Algunos lectores opinaron que el autor se esforzaba por encontrar material suficiente para explorar plenamente sus conceptos, lo que daba una sensación de superficialidad.
⬤ Varias reseñas señalaron inexactitudes factuales y erratas que restaron calidad a la obra.
⬤ Se criticó el estilo de redacción por ser demasiado elaborado y, en ocasiones, caer en la «prosa púrpura».
⬤ Algunos opinaron que los capítulos eran demasiado largos y que el libro podría haberse beneficiado de estudios de casos más centrados.
(basado en 14 opiniones de lectores)
Smell of Battle, the Taste of Siege: A Sensory History of the Civil War
Los relatos históricos de los grandes acontecimientos se han basado casi siempre en lo que presenciaron quienes estuvieron allí. En ninguna parte es esto más cierto que en el caos angustioso de la guerra, donde la vista parece conferir la verdad objetiva y actúa como base de la reconstrucción. En El olor de la batalla, el sabor del asedio, el historiador Mark M. Smith analiza cómo los cinco sentidos, incluida la vista, dieron forma a la experiencia de la Guerra Civil y, por tanto, a su memoria, explorando todo su impacto sensorial en todos, desde los soldados en el campo de batalla hasta los civiles que esperaban en casa.
Desde la estruendosa descarga de proyectiles que anunciaba el estallido de la guerra en Fort Sumter hasta el hedor producido por los cadáveres tendidos al sol de mediados de verano en Gettysburg, pasando por el asedio de Vicksburg, antaño centro de la estética culinaria sureña y sometido al hambre, Smith recrea cómo se sintió y vivió la Guerra Civil. Basándose en relatos de primera mano, Smith se centra en sentidos específicos, uno para cada acontecimiento, ofreciendo una perspectiva totalmente nueva. En Bull Run, las similitudes entre los colores de los uniformes de la Unión y la Confederación crearon preocupación por lo que más tarde se llamaría "fuego amigo" y ayudaron a decidir el resultado de la primera gran batalla, simplemente porque nadie estaba seguro de poder creer lo que veían sus ojos. El autor evoca lo que se podría haber sentido en el submarino HL Hunley, en el que ocho hombres trabajaban codo con codo en una oscuridad casi total, en un espacio de 48 pulgadas de alto y 42 de ancho. La Guerra de Secesión, considerada a menudo la primera "guerra total", sobrecogía los sentidos.
Una naturaleza y un alcance sin precedentes, que hacían que la vista fuera menos fiable y, como muestra Smith, que los sentidos no visuales se vieran fuertemente afectados. La Marcha de Sherman fue poco menos que un asalto en toda regla a los sentidos y la sensibilidad del Sur, sin dejar nada intacto ni a nadie indiferente.
Único, convincente y fascinante, El olor de la batalla, el sabor del asedio, ofrece a los lectores una forma de experimentar la Guerra Civil con nuevos ojos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)