Puntuación:
El libro ha recibido una mezcla de críticas positivas y negativas. Muchos elogian su atractivo enfoque de la enseñanza de la química y su calidad literaria, mientras que otros critican ciertas ediciones por su mala calidad de impresión y sus numerosos errores.
Ventajas:Estilo de escritura atractivo, calidez en la explicación, eficaz para enseñar química a los niños, calidad literaria agradable, bueno para las discusiones familiares, útil para métodos educativos como Charlotte Mason, amado tanto por los estudiantes como por los lectores.
Desventajas:Algunas ediciones tienen una calidad de impresión pésima, con texto diminuto, numerosos errores tipográficos y problemas de maquetación, que dificultan la lectura del libro; una decepción significativa para los compradores que esperaban la edición mostrada en los avances.
(basado en 12 opiniones de lectores)
The Wonder Book of Chemistry
Traducido del francés por Florence Constable Bicknell. Una maravillosa introducción al mundo de la química, diseñada específicamente para los lectores más jóvenes con la intención de despertar su interés por la ciencia.
Utilizando objetos cotidianos que se pueden encontrar en casa o en la tienda, este libro narra una historia en la que un "tío Paul" enseña a sus dos sobrinos los secretos de la construcción de un volcán artificial; cómo prender fuego a los metales; las propiedades inflamables del agua; cómo hacer que el fuego se caliente más; cómo hacer que suban las pompas de jabón; cómo hacer tinta invisible; la ciencia que hay detrás de los vinos, sidras y cervezas efervescentes; cómo se alimentan las plantas del carbono, el agua y el aire... y mucho, mucho más.
Del prefacio del traductor:
"No hay que pasar por alto el interés personal y biográfico del libro. Los niños Jules y Emile son los propios hijos del autor, fielmente retratados hasta en los nombres que llevan. Con su estilo cautivador, el hombre de gran erudición se convierte a la vez en profesor y camarada de sus jóvenes oyentes, y nos enteramos de que "sus lecciones de química tuvieron especialmente un gran éxito".
"Con aparatos de su propia invención y del tipo más simple, podía llevar a cabo una gran cantidad de experimentos elementales, los aparatos, por regla general, consistían en los materiales más ordinarios, como un frasco o botella común, un viejo tarro de mostaza, un vaso, una pluma de ganso o el tallo de una pipa.
"Una serie de fenómenos asombrosos asombraron a sus maravillados ojos. Les hacía ver, tocar, saborear, manejar y oler, y siempre 'la mano ayudaba a la palabra', siempre 'el ejemplo acompañaba al precepto', pues nadie valoraba más plenamente la profunda máxima, tan descuidada e incomprendida, de que 'ver es saber'".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)