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El libro «El hombre y el mundo natural», de Keith Thomas, explora la evolución de la relación entre el ser humano y la naturaleza en Inglaterra entre 1500 y 1800. Ofrece un análisis meticuloso del cambio de actitud hacia las plantas y los animales, presentando el paso de la explotación a la conservación durante este periodo. El libro ha sido elogiado por su profundidad académica, sus perspicaces observaciones y su atractivo estilo narrativo, lo que lo convierte en una lectura recomendada para los interesados en la historia del medio ambiente.
Ventajas:Bien escrito y accesible, el libro ofrece un rico análisis histórico respaldado por una amplia investigación, demostrando un impresionante alcance de conocimientos. Los lectores aprecian la atractiva narrativa, las perspicaces reflexiones sobre la evolución cultural y el modo en que el libro invita a reflexionar sobre cuestiones medioambientales contemporáneas. Para muchos, el libro es estimulante, informativo y merece múltiples lecturas.
Desventajas:Algunos lectores señalaron el pequeño tamaño de la letra en algunas ediciones, que puede resultar difícil de leer para algunos. Por otra parte, algunos críticos cuestionaron algunas de las conclusiones extraídas por Thomas. Otros opinaron que, aunque el libro es interesante, el análisis puede resultar denso o abrumador en ocasiones debido a la gran cantidad de citas y referencias históricas.
(basado en 19 opiniones de lectores)
Man and the Natural World: Changing Attitudes in England 1500-1800
A lo largo de los siglos, el ser humano ha luchado por encontrar su lugar en el mundo natural. La idea de que los humanos cultiven la Tierra para satisfacer necesidades específicas es uno de los mayores puntos de discordia en esta lucha. ¿Cómo habría progresado la civilización sin la tala de los bosques, el cultivo del suelo y la conservación del paisaje salvaje para los asentamientos humanos? Pero, ¿qué hay de los poderes curativos de la naturaleza no explotada, de su importancia a largo plazo para la perpetuación de la civilización humana y de la belleza inherente al paisaje salvaje? En ninguna época se abordaron estas cuestiones con tanta insistencia y consecuencias como en Inglaterra entre los siglos XVI y finales del XVIII. "Entre 1500 y 1800 se produjo todo un cúmulo de cambios en la forma en que hombres y mujeres, a todos los niveles sociales, percibían y clasificaban el mundo natural que les rodeaba", explica Keith Thomas. "Surgieron nuevas sensibilidades hacia los animales, las plantas y el paisaje. La relación del hombre
Con otras especies se redefinió; y su derecho a explotar esas especies en beneficio propio se cuestionó agudamente".
El hombre y el mundo natural no sólo pretende explicar el interés actual por preservar el medio ambiente y proteger los derechos de los animales, sino reconstruir un mundo mental anterior. Thomas trata de exponer los supuestos subyacentes a las percepciones, razonamientos y sentimientos de los habitantes de la Inglaterra de principios de la Edad Moderna hacia los animales, las aves, la vegetación y el paisaje físico entre los que pasaban sus vidas, a menudo en condiciones de proximidad que ahora nos resultan difíciles de apreciar. Fue una época en la que la convicción de la supremacía del hombre sobre el mundo natural dio paso a una nueva preocupación por el medio ambiente y al sentimiento de parentesco con otras especies. Aquí, por ejemplo, Thomas ilustra el cambio de actitud hacia los bosques. John Morton observó en 1712 que "en un país lleno de habitantes civilizados" no se podía "permitir que la madera creciera. Debe ceder el paso a los campos y pastos, que tienen un uso y una preocupación más inmediatos para la vida". Poco después, en 1763, Edwin Lascelles.
Pronunciado "La belleza de un país consiste principalmente en el bosque". La relación de la gente con los animales también estaba en proceso de cambio dramático, como se ve en su creciente obsesión por la tenencia de mascotas. El uso de nombres humanos para los animales, el hecho de que rara vez se comiera a los animales domésticos, aunque no por razones gastronómicas, y que se incluyera a los animales domésticos en los retratos familiares y a menudo se les alimentara mejor que a los criados, todo ello demostraba un cambio importante en la posición del hombre respecto a la singularidad humana.
Los temas planteados en esta fascinante obra están aún más vivos hoy que hace apenas diez años. Preservar el medio ambiente, salvar las selvas tropicales y evitar la extinción de especies pueden parecer preocupaciones bastante recientes, sin embargo, El hombre y el mundo natural explora cómo estas ideas arraigaron hace mucho tiempo. Estos temas tienen mucho que ofrecer no sólo a los activistas medioambientales, sino también a los historiadores, ya que es imposible disociar lo que la gente del pasado pensaba sobre las plantas y los animales de lo que pensaban sobre sí mismos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)