El continente perdido

Título original:

The Lost Continent

Contenido del libro:

No pude reprimir un suspiro al pensar en los estragos que la guerra había causado en esta parte de Inglaterra, al menos. Más al este, más cerca de Londres, encontraríamos cosas muy diferentes.

Habría la civilización que dos siglos debieron de haber causado a nuestros primos ingleses lo mismo que a nosotros. Habría ciudades poderosas, campos cultivados, gente feliz. Allí seríamos recibidos como hermanos perdidos hace mucho tiempo.

Allí encontraríamos una gran nación ansiosa por conocer el mundo más allá de su lado de los treinta, como yo había estado ansioso por conocer lo que había más allá de nuestro lado de la línea muerta. Edgar Rice Burroughs creó una de las figuras más emblemáticas de la cultura pop estadounidense, Tarzán de los Monos, y es imposible exagerar su influencia en géneros enteros de la literatura popular en las décadas posteriores a que sus novelas pulp, de enorme éxito, asaltaran la imaginación del público. El continente perdido es uno de los relatos de aventuras de ciencia ficción más raros y menos conocidos de Burrough.

Desde su primera aparición -en el número de febrero de 1916 de la revista All-Around Magazine, bajo el título "Más allá de los treinta"- ha languidecido en una inmerecida oscuridad. En el año 2137, la civilización mundial lleva casi dos siglos en decadencia, y la Europa devastada por la guerra no es más que un recuerdo lejano, prácticamente una leyenda, para los aislacionistas Estados Unidos. Pero un intrépido viajero estadounidense está a punto de redescubrir el Viejo Mundo, que se ha convertido en una tierra sorprendente y salvaje en su soledad.

El novelista estadounidense EDGAR RICE BURROUGHS (1875-1950) escribió docenas de novelas de aventuras, policíacas y de ciencia ficción que siguen siendo muy apreciadas hoy en día, entre ellas Tarzán de los Monos (1912), En el corazón de la Tierra (1914), Una princesa de Marte (1917), La tierra que el tiempo olvidó (1924) y Piratas de Venus (1934). Se dice que estaba leyendo un cómic cuando murió.