Dulces días de disciplina

Opiniones de los lectores

Las reseñas de «Dulces días de disciplina» presentan una mezcla de reacciones: algunos elogian su profundidad emocional y su prosa, mientras que otros lo encuentran decepcionante o falto de argumento. Varios lectores apreciaron el estilo distintivo de la autora y la exploración del paisaje emocional de la protagonista, mientras que algunos tuvieron problemas con la calidad física del libro, como la falta de páginas. En general, se considera una novela breve pero que invita a la reflexión, con una voz única.

⬤ Excelente exploración de paisajes emocionales y desarrollo de personajes.
⬤ Estilo de escritura distintivo, descrito como comprimido, alucinatorio y poético.
⬤ Narrativa atractiva que invita a la reflexión y ofrece una perspectiva única sobre la adolescencia y las relaciones.
⬤ Algunos lectores lo consideraron una lectura obligada y se mostraron deseosos de explorar más obras del autor.
⬤ Las descripciones del entorno del internado y los conflictos internos resonaron con muchos.

⬤ Los problemas de producción física, como la falta de páginas, decepcionaron a algunos lectores.
⬤ A algunos les pareció que el libro carecía de un argumento sólido, describiéndolo más como un fragmento de la vida o poco argumentado.
⬤ Algunos lectores opinaron que no era tan convincente como se esperaba y que no cumplía lo que prometía.
⬤ La brevedad del libro dejó a algunos insatisfechos con su resolución.

(basado en 16 opiniones de lectores)

Título original:

Sweet Days of Discipline

Contenido del libro:

Novela sobre el amor obsesivo y la locura ambientada en la Suiza de posguerra, la inquietantemente bella novela de Fleur Jaeggy comienza de forma bastante inocente: «A los catorce años estaba internada en una escuela de Appenzell».

Pero aquí no hay nada inocente. Con el despiadado desparpajo de una joven Eva, la narradora describe sus designios potencialmente letales para ganarse el afecto de Frderique, la aparentemente perfecta chica nueva.

En la consumada traducción de Tim Parks (con su «sobria e inquietante calidad de poema en prosa», TLS), Dulces días de disciplina es una obra incomparable, aterradora y magnífica.