Defining the Good School: Educational Adequacy Requires More than Minimums
La baraja está en contra de los educadores y padres/cuidadores que buscan la suficiencia educativa en la educación contemporánea de EE.UU.. Con demasiada frecuencia, la calidad satisfactoria de la buena escuela pública se identifica basándose en opiniones, en el dudoso valor de los resultados de los exámenes estandarizados y en estratagemas de marketing.
Además, la finalidad actual de la educación estadounidense y la definición de adecuación educativa son comodines que impiden a la mayoría jugar una mano ganadora. Encontrar la buena escuela pública se deja al azar. Este libro inicia una búsqueda para transformar este estado de cosas.
Todos los alumnos merecen una educación pública integral que invierta en el poder original de la educación, la instrucción dinámica y el razonamiento basado en principios. Este debate aborda las barreras -el ojo del espectador, la tiranía de lo uno o lo otro y los exámenes estandarizados- que lastran las capacidades de educadores y alumnos.
Una vez eliminadas estas barreras, surgen los factores determinantes de una educación pública integral: el poder, la política y la instrucción. De estos descubrimientos se derivan implicaciones que indican cómo la educación pública integral compromete a educadores y alumnos con una definición transformada de adecuación educativa.
La buena escuela pública depende de esto y de un reajuste completo del propósito de la educación pública estadounidense. Esta búsqueda permite a educadores y padres/cuidadores identificar y establecer la buena escuela pública sin correr riesgos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)