Puntuación:
El libro explora la relación entre teleología y evolución a través de una lente filosófica, en particular desde una perspectiva aristotélica, pero se enfrenta a críticas por sus problemas de traducción, su enfoque histórico y su limitado compromiso con las perspectivas científicas contemporáneas.
Ventajas:El libro es apreciado por su estilo humorístico y atractivo, que aporta valiosas ideas sobre la visión aristotélica de la naturaleza y la teleología. También se reconoce como una obra esencial que cuestiona los puntos de vista reduccionistas y proporciona un examen reflexivo de las implicaciones filosóficas de la evolución.
Desventajas:Los críticos señalan que la traducción es deficiente, lo que dificulta su lectura. El enfoque histórico eclipsa los argumentos filosóficos, que muchos consideran inadecuados o abordados sólo superficialmente. Además, algunos críticos se mostraron decepcionados por la falta de compromiso con los descubrimientos científicos modernos, como el ADN, y consideraron que el libro no aportaba ideas profundas sobre la relación entre la teoría darwiniana y la causalidad final.
(basado en 14 opiniones de lectores)
From Aristotle to Darwin and Back Again: A Journey in Final Causality, Species, and Evolution
La teoría de la evolución de Darwin sigue siendo controvertida, a pesar de que la mayoría de los científicos, filósofos e incluso teólogos la aceptan, de alguna forma, como explicación de la variedad de organismos. La controversia estalla cuando la teoría se utiliza para tratar de explicarlo todo, incluidos todos los aspectos de la vida humana, y para negar el papel de un Creador o una finalidad a la vida.
La extralimitación de muchos científicos en cuestiones que van más allá de los límites autoimpuestos del método científico quizá se explique en parte por la pérdida de dos ideas importantes en el pensamiento moderno: la causalidad final o propósito y la causalidad formal. Es comprensible que los científicos aparten esta idea de su pensamiento científico porque sólo buscan explicaciones en el nivel de las causas materiales y eficientes. Sin embargo, muchos de ellos concluyen erróneamente de su estudio selectivo del mundo que las causas finales y formales no existen en absoluto y que no tienen cabida en el estudio racional de la vida. Del mismo modo, muchos suponen erróneamente que la filosofía no puede basarse en los descubrimientos científicos, a la luz de la causalidad final y formal, para comprender mejor el mundo y al hombre.
El gran filósofo e historiador de la filosofía Etienne Gilson se propone demostrar que la causalidad final o intencionalidad y la causalidad formal son principios para quienes reflexionan detenidamente sobre el mundo, incluido el mundo de la biología. Gilson insiste en que una comprensión completamente racional de los organismos y los sistemas biológicos requiere la noción filosófica de teleología, la idea de que ciertos tipos de cosas existen y tienen fines o propósitos cuyo cumplimiento está vinculado a su naturaleza, es decir, causas formales y finales. Su planteamiento se basa en la reflexión filosófica sobre los hechos de la ciencia, no en la teología ni en la apelación a autoridades religiosas como la Iglesia o la Biblia.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)