Cúrese con la luz del sol

Título original:

Heal Yourself with Sunlight

Contenido del libro:

En Cúrese con la luz del sol, Andreas Moritz ha aportado pruebas científicas de que la luz solar es esencial para gozar de buena salud, y de que la falta de exposición al sol puede considerarse responsable de muchas de las dolencias actuales. La luz solar es un nutriente, una medicina, un remedio, todo a la vez.

No se trata de un compuesto embotellado que se pueda encontrar solo en una farmacia. Está disponible de forma natural para todo el mundo. La dosis está bajo tu control y tu cuerpo te dice fácilmente cuándo has tomado la cantidad justa.

Desgraciadamente, aunque la luz solar está disponible durante todo el día, muchas personas no la aprovechan.

Lea este libro para aprender a aprovechar la luz solar, el poder curativo más potente de la naturaleza, para mantener una buena salud. Es un error creer que el sol es el principal responsable del cáncer de piel, de ciertas cataratas que conducen a la ceguera y del envejecimiento.

En realidad, las investigaciones han demostrado que la mayoría de los cánceres de piel se dan entre quienes apenas pasan tiempo al sol o utilizan protectores solares llenos de sustancias químicas cancerígenas. Desde hace varias décadas se sabe que quienes viven principalmente al aire libre, a gran altitud o cerca del ecuador tienen la menor incidencia de cánceres de piel y se encuentran entre las personas más sanas del planeta. Los pacientes que padecen gota, artritis reumatoide, colitis, arteriosclerosis, diabetes, cáncer, hipertensión, tuberculosis, anemia, cistitis, eczema, acné, psoriasis, herpes, lupus, ciática, problemas renales, asma, así como quemaduras, han demostrado recibir grandes beneficios de los rayos curativos del sol.

Cúrese con la luz del sol le explica, entre otras cosas, cómo la vitamina D, que la piel produce en respuesta a la exposición al sol, mantiene fuerte el sistema inmunitario del organismo, previene la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos, y revierte numerosos tipos de cáncer, entre otras muchas enfermedades. La luz solar es la fuente última de vida en la Tierra y la panacea ideal para aumentar la eficacia de cualquier otra modalidad curativa. A diferencia de los medicamentos, la cirugía o la radiación, la luz solar no cuesta nada, no tiene efectos secundarios nocivos y, sobre todo, hace que uno se sienta bien.