Cash on the Table: Mercados, valores y economías morales

Título original:

Cash on the Table: Markets, Values, and Moral Economies

Contenido del libro:

Es mucho lo que está en juego en la comprensión de las dimensiones morales del comportamiento económico y de los mercados. Los debates públicos sobre la remuneración de los ejecutivos, el movimiento por un comercio justo y las recientes investigaciones académicas sobre las limitaciones de los paradigmas de la elección racional ponen de manifiesto la importancia de los valores morales en nuestros procesos de toma de decisiones económicas.

Los valores morales informan el comportamiento económico. A primera vista, esta proposición es irrefutable. Pensemos en el atractivo, a menudo espiritual, de los bienes de consumo o en lo que está en juego en la movilidad ascendente o descendente.

Pensemos en el papel central que desempeñan las cuestiones morales relativas a la pobreza, el acceso a la atención sanitaria, el código fiscal, los derechos de propiedad y de propiedad de la tierra y la corrupción en la configuración de los gobiernos, las sociedades y los movimientos sociales modernos. Reflexionemos sobre el significado del café de comercio justo y los productos ecológicos, así como sobre los precios bajos todos los días de Walmart.

Los aspectos morales del mercado nunca han sido tan polémicos ni han tenido tantas consecuencias; sin embargo, el ámbito de la economía se trata a menudo como un mundo en sí mismo, un dominio en el que el comportamiento humano no se guía por emociones, creencias, moralidades o las pasiones que fascinan a los antropólogos, sino por el duro hecho de las elecciones racionales. Históricamente, los antropólogos han tendido a centrarse en los efectos corrosivos de los mercados sobre los modos de vida tradicionales y en las formas en que los mercados mundiales perjudican a los pueblos marginados.

Los economistas suelen tener dificultades para reconocer que los mercados están arraigados en determinadas estructuras de poder social y político y que las transacciones "libres" del mercado son a menudo menos libres de lo que podríamos pensar. Si los antropólogos pudieran ver los mercados de forma un poco más ecuménica y los economistas los vieran de forma un poco más política, la unión de estas perspectivas podría ser muy valiosa y poner dinero sobre la mesa.