Bhagavadgita: The Celestial Song
El Bhagavadgita pertenece al libro VI del Mahabharata, la gran epopeya india atribuida al legendario Vyasa. Es una obra poética y filosófica que se sitúa en el siglo V a. C. Junto con los Brahmas tra y los Upanisads clásicos constituye la Prasthanatraya, la "Triple Ciencia" del Vedanta. El Bhagavadgita salió a la luz en un momento tanto de contrastes como de nuevas exigencias interiores del pueblo indio. Contribuyó a la vitalidad de la llama upanisádica del Conocimiento, al tiempo que apaciguó los debates filosóficos y espirituales imperantes en la época. El Gita aclaró la unidad de la Verdad en sus múltiples aspectos, y al hacerlo proporcionó a todos, de forma sabia e iluminada, la oportunidad de seguir sin conflictos doctrinales el camino más apropiado para cada uno. En el "Prefacio" del libro, Raphael indica cuatro puntos esenciales para la comprensión del texto en la dimensión adecuada: - Comprensión tradicional del concepto de lo Divino. - Comprensión del momento y del acontecimiento que determinaron el nacimiento del Gita. - Comprensión tradicional de los órdenes sociales. - Comprensión de la correcta aproximación a los diversos caminos que conducen a lo Divino.
El valor del Gita es primordial, si se piensa simplemente que gira en torno a la acción, que está en la base de la vida y que nadie puede evitar ni renunciar a ella, ya que revela, en un mundo impregnado de movimiento y conflicto, el secreto de la "acción sin acción". Bajo esta perspectiva, puede tener una importancia fundamental para los occidentales, esencialmente más partidarios de la acción que de la contemplación. Para que quien está en el plano de la acción no se esclavice y se deje dominar por el activismo, es necesario comprender el actuar perfecto desprovisto del apego-deseo aprisionador, y trascender las calificaciones individuales. En efecto, allí donde gobierna el ego separador individual, allí también se revelan sus aberrantes atributos que causan conflicto y dolor; y, tarde o temprano, el individuo que se coloca en tal condición no puede sino encontrar, como Arjuna, su campo de batalla (kuruksetra) o el campo de la disciplina y la reeducación energética (tapahksetra). El comentario de Raphael se desarrolla a lo largo de un hilo psicológico, filosófico e iniciático con referencia específica a la iniciación ksatriya (el orden social de los legisladores y guerreros). Raphael señala que, bajo ciertos aspectos, todos somos ksatriyas, porque todos estamos inmersos en una lucha, a veces desigual, entre el conocimiento-vidya y la ignorancia-avidya.
El Bhagavadgita, como todas las auténticas enseñanzas tradicionales, no nos indica actitudes quietistas o finalistas, ni posibles vuelos, sino que nos clava en nuestras responsabilidades ("Forzado por el karma -inherente a tu naturaleza- a pesar de tu voluntad, un día harás aquello que, estando ahora perdido, te niegas a hacer", XVIII, 60) y en nuestro ineludible deber-dharma: el de comprendernos, transformarnos y trascendernos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)