Puntuación:
El libro es elogiado por sus relatos detallados y bien documentados de los ases del Royal Naval Air Service (RNAS) durante la Primera Guerra Mundial, con abundantes ilustraciones y fotografías. Se trata de un valioso complemento para la colección de cualquier aficionado a la aviación, aunque presenta algunas deficiencias, como un sesgo percibido hacia los relatos británicos y el deseo de más detalles sobre algunos pilotos notables.
Ventajas:Bien escrito y con una investigación exhaustiva. Contiene magníficos relatos de pilotos, detalles de escuadrones y magníficos perfiles en color. Es un recurso esencial para los entusiastas de la aviación, especialmente en lo que respecta a la historia de la RNAS, que a menudo se pasa por alto. La calidad de las ilustraciones y fotografías es encomiable.
Desventajas:Algunos lectores opinan que se centra demasiado en los ases británicos y pasa por alto las contribuciones de otras naciones aliadas. Algunos lectores consideran que el libro se alarga, lo que puede restarle interés.
(basado en 15 opiniones de lectores)
Naval Aces of World War 1, Part I
Aunque comprensiblemente eclipsados por sus colegas del ejército, los aviadores navales desempeñaron un papel importante en la Primera Guerra Mundial, incluidas algunas contribuciones notables de la aviación de caza. En una época en la que el Royal Flying Corps luchaba por igualar al «azote Fokker» de 1915-16, el Royal Naval Air Service (RNAS) fue el primero en utilizar la excelente línea de exploradores de Sopwith, como el Pup, el Triplane y el Camel.
Algunos pilotos del RNAS, como Raymond Collishaw, Robert A Little y Roderick Stanley Dallas, fueron considerados entre los más exitosos de la Commonwealth británica. Entre sus filas también se encontraba David Ingalls, el único piloto de la US Navy en «convertirse en as» con ocho victorias en Camel mientras estaba en el nº 213 Sqn de la RAF. Los alemanes también formaron el Marine Feld Jagdstaffeln para defender la costa norte de Flandes, y también produjeron varios ases, liderados por Gotthard Sachsenberg y Theo Osterkamp.
Además de estos cazas terrestres, los alemanes produjeron al menos dos ases de hidroaviones. Único en la Primera Guerra Mundial fue el uso de botes voladores como cazas en combate, en el que fueron pioneros rusos como Aleksandr de Seversky y el austriaco Gottfried Banfield.
Sin embargo, el mejor caza en hidroavión fue el Macchi M. 5 italiano, que produjo dos o tres ases, y fue también la montura de Charles H.
Hammann, el primer estadounidense en ganar la Medalla de Honor en combate aéreo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)