Adiós a la Evolución Darwiniana: Exposición de la Patente y el Sello de la Creación de Dios

Título original:

Farewell to Darwinian Evolution: Exposition of God's Creation Patent and Seal

Contenido del libro:

Adiós a la evolución darwiniana confirma las opiniones de científicos y filósofos honestos, como los ateos Jerry Fodor y Massimo Piattelli-Palmarini, que en su libro What Darwin Got Wrong (Nueva York: Farrar, Straus and Giroux, 2010) insisten en que la teoría de la evolución por selección natural de Darwin tiene un grave error. Adiós a la evolución darwiniana presta apoyo a los miembros de organizaciones y revistas científicas creíbles, como New Scientists, que prefirió la integridad al conformismo y declaró en la portada de su número del 24 al 30 de enero de 2009 que "Darwin se equivocó (: ) al talar el árbol de la vida". Destacados evolucionistas han desestimado sistemáticamente cualquier oposición a la evolución darwiniana, que se basaba en analogías y no en experimentos.

La teoría darwiniana de la evolución sostiene que las nuevas especies se forman gradualmente por variación aleatoria y a través de la competencia. Las pruebas empíricas demuestran lo contrario, es decir, que las nuevas especies se forman rápidamente con intención y mediante la cooperación. Tanto el darwinismo como el antidarwinismo no pueden tener razón. Dado que la ciencia empírica es neutral, la única resolución correcta es decir adiós al darwinismo. No hubo antepasado común y no hay eslabones perdidos. Los científicos honestos también se despedirán profesional y cómodamente de la selección natural como agencia diseñadora. Así pues, la verdad sobre el origen de la humanidad no puede obtenerse mediante estudios teóricos de nuestro entorno. Si la naturaleza, que obedece a leyes, no es la creadora, ¿quién lo es?

La pregunta adecuada es: "¿estamos aquí por casualidad o pertenecemos a un agente que debe informarnos sobre nuestro origen y el propósito de la vida? ".

A la luz de esta pregunta, John Rennie, redactor jefe de Scientific American, en su artículo de julio de 2002, escribió: "Si aparecieran extraterrestres superinteligentes y se atribuyeran el mérito de haber creado la vida en la Tierra (o incluso especies concretas), la explicación puramente evolucionista quedaría en entredicho. Pero nadie ha aportado aún tales pruebas".

Rennie tenía razón en su petición de un reclamante, pero se equivocó en su conclusión de que nadie se ha presentado para reclamar la propiedad. En Adiós a la evolución darwiniana se dan detalles de la patente y el sello de propiedad de Dios sobre el mundo.