4º Origen

Título original:

4th Origin

Contenido del libro:

La teoría darwiniana de la evolución comienza con hechos (ciencia de la microevolución) y termina con ficción (mitos de la macroevolución). Los mitos forman parte de nuestra experiencia: no hay organismos transicionales en el mundo viviente, y parte de nuestros descubrimientos, no hay fósiles transicionales en depósitos como los de los yacimientos de Burgess Shale y Chengjiang, donde aparecen juntos varios tipos de organismos en grandes colecciones.

En su cuarto libro, Origen: Refuting the Myth of Evolutionism and Exposing the Folly of Clergy Letters, el autor Michael Ebifegha subraya que la verdadera ciencia es atemporal y, como requisito previo, se basa en hechos directa o indirectamente observables, comprobables y repetibles. Desafiando a los evolucionistas y a sus aliados clericales que prohíben la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas, Ebifegha insiste en que el evolucionismo también está fuera del ámbito de la ciencia y, por tanto, también debería prohibirse. Reprende a los clérigos por capitalizar el conocimiento humano pero no reconocer la validez de la afirmación formal de Dios en un discurso ante una asamblea de israelitas y por escrito en tablas de piedra de haber creado el mundo.

Estas intervenciones, afirma, cumplen el requisito legal estándar del mundo para los inventores y justifican por qué muchas naciones estiman a Dios en sus himnos nacionales. Ebifegha sostiene que la incoherencia de imponer el evolucionismo como verdad científica al público y prohibir el creacionismo hace caso omiso de (1) los derechos académicos de los científicos consumados que discrepan del evolucionismo por motivos científicos; (2) la declaración del Tribunal Supremo de EE.UU.

de 1992: "En el corazón de la libertad está el derecho a definir el propio concepto de la existencia, del significado, del universo y del misterio de la vida humana"; (3) la reivindicación histórica de Dios como propietario del universo; y (4) la lealtad e integridad de las personas y naciones que veneran a Dios en sus himnos nacionales. En lugar de "separación de Iglesia y Estado", Ebifegha recomienda "separación de visiones del mundo y políticas de Estado".