Yo soy Dios

Opiniones de los lectores

Yo soy Dios, de Giacomo Sartori, es una exploración humorística y filosófica de la crisis existencial de un ser divino que se enamora de una humana. El libro presenta las reflexiones de Dios sobre la humanidad, mostrando una mezcla de comedia e ideas profundas, con un estilo narrativo único. La traducción de Frederika Randall ha sido elogiada por su calidad.

El libro es entretenido, ingenioso e invita a la reflexión, con una premisa inteligente y un humor bien ejecutado. El personaje de Dios ofrece una perspectiva fresca y poco convencional, que a menudo conduce a revelaciones humorísticas. La obra ha sido elogiada por su riqueza lingüística y la profundidad de sus ideas. Para muchos lectores, la traducción es excepcional y mejora la experiencia de lectura.

Algunos lectores consideran que el retrato de Dios es neurótico, odioso o perturbador, lo que dificulta la conexión con él. Hay opiniones encontradas sobre la profundidad del libro, y algunos creen que carece de sustancia. Algunas reseñas mencionan que el humor a veces no da en el blanco o que la narración se ve entorpecida por un exceso de paréntesis. Además, el contenido para adultos del libro puede no gustar a todos los públicos.

(basado en 24 opiniones de lectores)

Título original:

I Am God

Contenido del libro:

Diabólicamente divertido y subversivamente filosófico, Yo soy Dios, del novelista italiano Giacomo Sartori, es el diario de la crisis existencial del Todopoderoso que sobreviene cuando se enamora de un humano.

Yo soy Dios. Lo he sido siempre, lo seré siempre. Para siempre, eso sí, con el brillo afilado de un diamante, y sin contrapartida en las lenguas de los hombres. Así comienza el diario de Dios sobre la crisis existencial que sobreviene cuando, inexplicablemente, se enamora de un humano. Y no de una humana cualquiera, sino de una genetista y atea fanática que está segura de poder mejorar la magnífica creación de la que ni siquiera le da crédito. Es frustrante, para un dios.

Dios tiene cosas infinitamente mayores en las que ocupar su atención celestial. Sin embargo, no puede apartar los ojos (por así decirlo) de la genetista, que se muestra inquietantemente ávida cuando se trata de ciencia, sexo y cannoli siciliano. Pase lo que pase, debe salvaguardar su dignidad trascendental. Así que observa -desinteresadamente, por supuesto- cómo el apuesto climatólogo que tiene sus ojos puestos en ella no deja de tener extraños accidentes. Y mientras la larguirucha genetista se empeña en infiltrarse en los archivos secretos del Vaticano, por razones propias....

Una astuta crítica de la hipocresía y la arrogancia que subyacen a la fe en la religión, la ciencia y el machismo profesional, Yo soy Dios nos lleva a un divertido y provocador paseo a través de las Grandes Preguntas con el narrador supremo del universo.