Puntuación:
El libro ofrece un análisis crítico de las razones y justificaciones erróneas de la guerra de Irak, destacando los graves errores de cálculo de los dirigentes políticos y las consecuencias que se derivaron. Argumenta en contra de la ideología neoconservadora que impulsó la guerra, sugiriendo que las motivaciones eran polifacéticas y no meramente petrolíferas. El autor subraya la importancia de contar con un plan sólido para la reconstrucción de posguerra, del que se carecía en gran medida.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su exhaustividad y la profundidad de la información proporcionada en un formato conciso. Los críticos lo consideran una lectura esencial para comprender las complejidades de la guerra de Irak y la mentalidad neoconservadora. Ofrece una crítica clara de las decisiones de liderazgo que condujeron al conflicto y su impacto a largo plazo en la política exterior de Estados Unidos.
Desventajas:Algunos críticos señalan posibles sesgos en la descripción de los hechos que hace el autor, sugiriendo que el debate podría no ser exhaustivo en lo que respecta a todos los puntos de vista. Se da a entender que la narración puede simplificar en exceso algunos aspectos de una situación sumamente compleja, con un lenguaje potencialmente fuerte que podría alienar a ciertos lectores.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Wanting War: Why the Bush Administration Invaded Iraq
Wanting War es el primer análisis exhaustivo de las razones, a menudo contradictorias, por las que el presidente George W. Bush entró en guerra en Irak y de las repercusiones de la guerra en futuras intervenciones armadas de Estados Unidos en el extranjero.
Aunque la Casa Blanca vendió la guerra como una necesidad para eliminar una supuesta amenaza iraquí, había otras agendas en juego. Basándose en nuevas evaluaciones de la presidencia de George W. Bush, en las recientes memorias de los principales responsables de la administración y en la propia experiencia de Jeffrey Record sobre las intervenciones militares estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial, Wanting War sostiene que la invasión de Irak por parte de Bush tuvo más que ver con la arrogancia del poder estadounidense posterior a la Guerra Fría que con Saddam Hussein.
En última instancia, se eligió a Irak no porque supusiera una amenaza convincente para la seguridad, sino porque Bagdad estaba militarmente indefensa. La Operación Libertad Iraquí fue una demostración del poderío norteamericano, especialmente de la voluntad de utilizarlo.
Irónicamente, como señala Record, es probable que una guerra lanzada para hacer publicidad de la combatividad norteamericana lleve a los responsables de la política exterior y a los líderes militares de Estados Unidos a mostrarse reacios al uso de la fuerza salvo en las circunstancias más favorables. Pero este nuevo respeto por los límites del poder militar convencional de Estados Unidos, especialmente como instrumento de cambio político en culturas extranjeras, y por los riesgos e incertidumbres inherentes a la guerra, puede resultar uno de los pocos legados positivos de la guerra de Irak.
Record sostiene que la experiencia estadounidense en Irak debería servir de advertencia a quienes abogan por nuevas acciones militares de Estados Unidos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)