Puntuación:
El libro ofrece un análisis exhaustivo y perspicaz del humanismo renacentista y sus teorías políticas, y defiende la importancia de la virtud en el liderazgo y la gobernanza. Si bien presenta un correctivo convincente a la filosofía política contemporánea y proporciona una gran cantidad de conocimientos académicos, puede no ser accesible para los lectores ocasionales y ha sido criticado por la calidad de la versión audiolibro y las preocupaciones acerca de la durabilidad física.
Ventajas:⬤ Ofrece una perspectiva única y erudita sobre el humanismo renacentista que desafía las narrativas dominantes.
⬤ Rico en pruebas y argumentos perspicaces sobre la naturaleza del liderazgo político y la virtud.
⬤ Ofrece nuevas lecturas de autores conocidos y destaca figuras menos conocidas.
⬤ Escritura y estructura accesibles para quienes estén familiarizados con el tema.
⬤ Relevancia destacada para el pensamiento político contemporáneo y el liderazgo ético.
⬤ El libro puede resultar demasiado académico y denso para lectores ocasionales o recién llegados a la teoría política.
⬤ Algunos lectores encontraron ciertas secciones, como la comparación con el confucianismo, breves o mal integradas.
⬤ Críticas al formato del audiolibro, que fue comparado con una narración generada por una máquina.
⬤ Problemas con la calidad física, en particular la caída de páginas en la edición de tapa dura.
(basado en 13 opiniones de lectores)
Libro del año del Times Literary Supplement.
Un relato audaz y revisionista del pensamiento político del Renacimiento italiano -de Petrarca a Maquiavelo- que revela el importantísimo papel del carácter en la formación de la sociedad, tanto en los ciudadanos como en sus líderes.
Convulsionados por una crisis civilizatoria, los grandes pensadores del Renacimiento se propusieron reconcebir la naturaleza de la sociedad. En todas partes veían problemas. Tiranos corruptos y temerarios que sembraban la discordia y gobernaban a través del miedo; élites que valoraban la riqueza y el estatus por encima del bien común; líderes militares que libraban guerras interminables. Su solución era a la vez sencilla y radical. "La ciudad no la construyen los muros, sino los hombres", como dijo Tucídides. Reconstruirían su ciudad y su civilización transformando el carácter moral de sus ciudadanos. Creían que la formación del alma era una condición previa para el éxito del Estado.
Una reevaluación deslumbrantemente ambiciosa del pensamiento político del Renacimiento por uno de los historiadores intelectuales más destacados de nuestra generación, Virtue Politics desafía la narrativa tradicional que considera el Renacimiento como el semillero del republicanismo moderno y ve a Maquiavelo como su pensador ejemplar. James Hankins revela que lo que más preocupaba a los humanistas no era reformar las leyes o las instituciones, sino formar a los ciudadanos. Si el carácter importaba más que las constituciones, habría que cultivarlo mediante un nuevo programa de educación que denominaron studia humanitatis: las humanidades.
Debemos la educación en artes liberales y muchas otras cosas al audaz experimento de estos pensadores apasionados y de principios. Las preguntas que se plantearon: ¿Debe un hombre bueno servir a un régimen corrupto? ¿Qué virtudes son necesarias en un líder? ¿Cuál es la fuente de la legitimidad política? ¿Es la concentración de riqueza perjudicial para la cohesión social? ¿Debe esperarse que los ciudadanos luchen por su país? --tendrían un profundo impacto en los debates posteriores sobre el buen gobierno y parecen tan vitales hoy como entonces.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)