Puntuación:
Una buena casa para los niños es una novela gótica de terror psicológico que teje una inquietante historia de maternidad, dolor y aislamiento a través de las experiencias de dos mujeres, Orla y Lydia, que viven en la misma casa siniestra a través de diferentes líneas temporales. La atmosférica escritura atrae a los lectores hacia su inquietante escenario, mezclando elementos sobrenaturales con profundos temas psicológicos, aunque las opiniones varían en cuanto al ritmo y el desarrollo de los personajes.
Ventajas:El estilo de escritura está muy bien elaborado y es atmosférico, lo que crea una sensación de terror y aislamiento. En general, las dos líneas temporales están bien ejecutadas y aportan profundidad a los personajes y a la historia. La exploración de la maternidad y los temas psicológicos resuenan con muchos lectores, por lo que es una lectura atractiva para aquellos que disfrutan de la literatura gótica.
Desventajas:Algunos críticos consideran que el ritmo es lento, sobre todo en la primera mitad, lo que puede dificultar el interés. El cambio frecuente de una línea temporal a otra a veces dificultó la conexión con los personajes y el disfrute general. Además, se criticaron los cabos sueltos y la falta de claridad en algunos aspectos de la trama, en particular el final, que algunos consideraron demasiado abrupto o que dejaba demasiadas preguntas sin respuesta.
(basado en 40 opiniones de lectores)
A Good House for Children
"Un gótico feminista que evoca The Haunting of Hill House de Shirley Jackson". -- New York Times Book Review
Érase una vez Orla: una mujer, una pintora, una amante. Ahora es madre y esposa, y cuando su marido Nick sugiere que su apartamento en la ciudad se ha quedado pequeño para sus vidas, ella acepta, en parte porque está de acuerdo y en parte porque está demasiado cansada para pensar en lo que realmente quiere. Vuelve a estar de acuerdo cuando Nick anuncia con orgullo que ha encontrado una anticuada casa georgiana en los acantilados de Dorset: una buena casa para los niños, dice, con mucho espacio y hermosos jardines. Pero a medida que la familia se instala en la mansión -Nick ausente toda la semana, viajando a la ciudad por trabajo- Orla se siente inquieta. Oye voces cuando no hay nadie; las puertas se abren y cierran solas; y su hijo Sam, que lleva seis meses sin hablar, parece haber hecho un amigo imaginario de cuyos motivos Orla no se fía.
Cuatro décadas antes, Lydia se muda a la misma casa como niñera de una familia en duelo. Lydia también se da cuenta de presencias intangibles en la gran casa y, al igual que Orla cuatro décadas después, teme cada vez más por la seguridad de los niños a su cargo. Pero nadie en la vida de ninguna de las dos mujeres le cree: las historias parecen fantasiosas, material de magia y caos, surgidas de la imaginación de mujeres histéricas que pasan demasiado tiempo en compañía de niños.
¿Se dirigen ambas familias hacia la tragedia? ¿Ven Orla y Lydia cosas que no existen? ¿Qué secretos esconde la casa? Un cuento gótico feminista perfectamente adaptado al momento actual, Una buena casa para los niñoscombina un misterio atmosférico con temas resonantes sobre la maternidad, la locura y el valor del trabajo de una mujer.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)