Puntuación:
Las críticas de «Un yanqui de Connecticut en la corte del Rey Arturo» destacan su mezcla de humor y serios comentarios sociales, así como su innovadora trama de viajes en el tiempo. Los críticos alaban el desarrollo de los personajes de Twain y su perspicaz crítica de la sociedad del siglo VI en comparación con la Norteamérica del XIX. Sin embargo, algunos lectores encuentran tediosas algunas partes del texto, especialmente debido a los diálogos en inglés antiguo y a las largas explicaciones de conceptos que restan valor a la experiencia de lectura.
Ventajas:⬤ Brillante humor combinado con serios comentarios sociales.
⬤ Trama única que implica viajes en el tiempo y ofrece interesantes contrastes entre épocas.
⬤ Fuerte desarrollo de los personajes, especialmente del protagonista, Hank Morgan.
⬤ La perspicaz crítica de Twain a la monarquía, la religión organizada y las normas sociales es cautivadora.
⬤ Muchos lectores encontraron el libro convincente y sugerente.
⬤ Algunas partes del libro se consideran tediosas y demasiado largas.
⬤ El uso de diálogos en inglés antiguo puede ralentizar el ritmo de lectura.
⬤ Algunas partes del texto pueden resultar difíciles de leer o estar mal formateadas en las versiones para libros electrónicos.
⬤ Algunos lectores consideran que la trama se alarga a veces y se hace repetitiva, especialmente en los capítulos centrados en discusiones económicas.
⬤ El final deja a algunos lectores insatisfechos o confusos.
(basado en 634 opiniones de lectores)
A Connecticut Yankee in King Arthur's Court
Clásico del año 2009 en la asignatura Estudios Americanos - Literatura, idioma: Inglés, resumen: Prefacio LAS leyes y costumbres poco suaves que se tocan en este cuento son históricas, y los episodios que se utilizan para ilustrarlas también lo son. No se pretende que estas leyes y costumbres existieran en Inglaterra en el siglo VI; no, sólo se pretende que, en la medida en que existían en la civilización inglesa y en otras civilizaciones de épocas muy posteriores, es seguro considerar que no es una calumnia para el siglo VI suponer que también estaban en práctica en aquella época.
Está bastante justificado deducir que cualquiera de estas leyes o costumbres que faltara en aquella época remota, su lugar fue ocupado competentemente por otra peor. La cuestión de si existe el derecho divino de los reyes no se resuelve en este libro. Se consideró demasiado difícil.
Que la cabeza ejecutiva de una nación debe ser una persona de carácter elevado y capacidad extraordinaria, era manifiesto e indiscutible; que nadie más que la Deidad podía seleccionar esa cabeza infaliblemente, también era manifiesto e indiscutible; que la Deidad debe hacer esa selección, entonces, era igualmente manifiesto e indiscutible; en consecuencia, que Él la hace, como se afirma, era una deducción inevitable. Quiero decir, hasta que el autor de este libro se encontró con Pompadour, Lady Castlemaine y otros jefes ejecutivos de ese tipo, que resultaron tan difíciles de incluir en el plan, que se consideró mejor adoptar la otra táctica en este libro (que debe publicarse este otoño), y luego pasar a la formación y resolver la cuestión en otro libro.
Es, por supuesto, una cosa que debe ser resuelta, y no voy a tener nada en particular que hacer el próximo invierno de todos modos. MARK TWAIN.
UN YANQUI DE CONNECTICUT EN LA CORTE DEL REY ARTURO... )
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)