Tratado sobre el sacerdocio cristiano

Título original:

Treatise Concerning the Christian Priesthood

Contenido del libro:

Los restantes libros sobre el Sacerdocio tratan de la dignidad preeminente y la santidad del oficio sacerdotal y de las dificultades y peligros peculiares que lo acechan.

Abundan en observaciones sabias y de peso instructivas para todos los tiempos, pero también son interesantes por la luz que arrojan sobre la condición de la Iglesia y de la sociedad en la época en que vivió Crisóstomo. Hay que tener en cuenta que habla del sacerdocio en general y que no siempre es fácil decir en un pasaje dado cuál de las dos primeras órdenes del ministerio tiene en mente.

En muchos casos, quizá no pensaba más en uno que en otro. Cuando, como ocurría muy a menudo, la jurisdicción de un obispo no se extendía mucho más allá de los límites de la ciudad en la que estaba situada su sede, sus funciones se asemejaban más a las que hoy en día desempeña el titular de una parroquia de una gran ciudad que a las que desempeña el obispo moderno de una gran diócesis. Era el pastor principal del pueblo, así como el supervisor del clero.

El amigo de Crisóstomo, Basilio, ha sido confundido por algunos con el gran Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia, que era quince años mayor que Crisóstomo, y por otros con Basilio, obispo de Seleucia, que era muchos años más joven. En realidad, no se sabe nada de él más allá de lo recogido en este tratado, pero se le ha identificado con Basilio, obispo de Ráfnea, en Siria, no lejos de Antioquía, que asistió al Concilio de Constantinopla en 381.