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The Big Stick: The Limits of Soft Power and the Necessity of Military Force
Habla suavemente y lleva un gran garrote, dijo Theodore Roosevelt en 1901, cuando Estados Unidos se estaba convirtiendo en una gran potencia. Tal vez fuera el sentimiento correcto en una época de rivalidad imperial, pero hoy en día muchos estadounidenses dudan de la utilidad de su presencia militar mundial, por considerarla anticuada, innecesaria o incluso peligrosa.
En The Big Stick, Eliot A. Cohen -un estudioso y profesional de las relaciones internacionales- no está de acuerdo. Sostiene que el poder duro sigue siendo esencial para la política exterior estadounidense. Aunque reconoce que Estados Unidos debe tener cuidado con el por qué, el cuándo y el cómo utiliza la fuerza, insiste en que su papel internacional es tan crítico como siempre, y la fuerza armada es vital para ese papel.
Cohen explica que los dirigentes norteamericanos deben aprender a utilizar el poder duro de nuevas formas y en nuevas circunstancias. El ascenso de una China bien armada, la conquista de Crimea y el este de Ucrania por parte de Rusia, las amenazas nucleares de Corea del Norte e Irán y la expansión de movimientos islamistas radicales como el ISIS son algunas de las principales amenazas a la paz mundial. Si Estados Unidos renuncia a su posición de potencia militar fuerte pero prudente, y no acepta su papel de guardián de un orden mundial estable corremos el riesgo de desatar el desorden, la violencia y la tiranía a una escala no vista desde la década de 1930. Estados Unidos sigue siendo, como dijo Madeleine Albright, la nación indispensable.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)