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El castigo es un fenómeno cotidiano. No sólo el Estado amenaza a los infractores con castigarlos; también los padres pueden castigar a sus hijos, los profesores a sus alumnos y los compañeros entre sí mediante sanciones sociales como la retirada del reconocimiento o la exclusión social.
Dado que los castigos suelen ir acompañados de la imposición de un sufrimiento considerable, requieren una justificación. En este libro se vuelve a plantear la cuestión de la justificación del castigo estatal y social, que siempre ha sido un tema de la filosofía. Las posiciones filosóficas clásicas sobre el problema de la justificación del castigo se reconstruyen críticamente con el fin de aislar y reunir en ellas aquellos elementos que se muestran resistentes a la crítica.
El resultado es una teoría que se orienta hacia la idea de la prevención como criterio de justificación de la pena, pero que al mismo tiempo se adhiere a una teoría de la retribución en una lectura específica, a saber, como teoría de la comprensión de la pena. Distingue entre razones no morales a favor de la pena y razones morales en su contra y reconoce que existe una tensión irreconciliable entre las razones racionales a favor de la pena y las razones morales en su contra.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)