Puntuación:
El libro explora la relación entre el Ejército de Estados Unidos y la historia militar desde 1865 hasta 1920. Analiza la profesionalización de la educación militar, los retos a los que se enfrenta la enseñanza de la historia militar y las interacciones entre los oficiales del ejército y los historiadores civiles. Aunque el tema es significativo, su ejecución ha sido criticada por ser difícil de abordar y algo desequilibrada en su análisis.
Ventajas:Abarca un tema importante y descuidado en relación con el Ejército de Estados Unidos y la historia militar. Aporta valiosas ideas sobre la evolución de la educación militar y la relación entre los profesionales militares y los historiadores. La división en partes facilita la comprensión de los diferentes aspectos del tema.
Desventajas:El libro se describe como difícil de entrar en materia, con un tratamiento desequilibrado de algunos temas, en particular la conexión entre el progresismo y los esfuerzos de educación militar. Algunos reseñadores señalaron una falta de claridad en las definiciones (por ejemplo, «liderazgo seguro») y la narrativa podría beneficiarse de una estructura más sólida. Parece más adecuado para lectores académicos que para un público general.
(basado en 2 opiniones de lectores)
Soldiers and Scholars: The U.S. Army and the Uses of Military History, 1865-1920
El uso y abuso de la historia militar es el tema de este libro. La historiadora Carol Reardon examina la relación del Ejército con su propia historia y rastrea los intentos del Ejército, desde el final de la Guerra Civil hasta la Era Progresista, de reivindicar la disciplina de la historia militar.
Reardon sostiene que «apropiarse» de la historia militar era importante para el Ejército. La historia militar no sólo era una piedra angular en el emergente sistema educativo del Ejército, sino que también conllevaba una imagen profesional y respetabilidad social.
Como consecuencia, el Ejército defendió tenazmente la disciplina de las incursiones de los académicos civiles, argumentando que los profesionales militares debían establecer las normas para el estudio de la historia militar. La Asociación Histórica Americana, por su parte, replicó que la historia militar no debía dejarse en manos de aficionados.
En este estudio bien documentado, Rearson sostiene que el prolongado e irresuelto debate sobre la propiedad de la historia militar fue en gran parte responsable de su desaparición como disciplina durante el medio siglo que siguió a la Primera Guerra Mundial.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)