On Virginity
El estado de virginidad es indudablemente elogiado en las Sagradas Escrituras tanto por nuestro Señor como por San Pablo, pero los hombres sabios han diferido en sus opiniones sobre las costumbres y reglas originales observadas por las vírgenes en las edades más tempranas. Algunos suponen que desde el principio fue costumbre que hicieran profesión solemne de la vida virginal y que vivieran juntas en común.
Otros consideran que sus votos eran privados, y que unas veces vivían juntas y otras en casa de sus padres. Otros, creyendo que no había más que un simple propósito por parte de las vírgenes significado por el velo, y la simplicidad de su vestimenta, atribuyen los primeros comienzos de la vida en comunidad al mismo San Ambrosio. Desde los días de los apóstoles hubo algunas que se consagraron a Dios en una vida de castidad, y que más tarde la promesa o voto se hizo en presencia de otros: el obispo, el clero y los amigos.
Estas vírgenes vivían en casa de sus padres, mientras duraban los tiempos de persecución, que les hacían prácticamente imposible vivir en otro lugar. La vida común entre ellas parece haber comenzado en Oriente, y San Atanasio, cuando, buscando refugio de los arrianos, llegó a Roma, introdujo la costumbre en la Iglesia occidental.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)