Sobre el Espíritu Santo de San Ambrosio

Título original:

On the Holy Spirit by St Ambrose

Contenido del libro:

En la primera sección San Ambrosio comienza alegorizando la historia de Gedeón y el vellocino, viendo en el secado del vellocino y el humedecimiento de la era un tipo del Espíritu Santo abandonando a los judíos y siendo derramado sobre los gentiles. Pasando a su tema más inmediato, demuestra que el Espíritu Santo está por encima de toda la Creación y es verdaderamente Dios, alegando como argumento especial que el pecado contra el Espíritu Santo nunca puede ser perdonado, ni aquí ni en el futuro.

Muestra cómo el Espíritu Santo es llamado en la Escritura el Espíritu de Dios; que habló por los profetas y apóstoles; que santifica a los hombres, y es tipificado por el ungüento místico del que habla la Escritura. A continuación, San Ambrosio trata de su unidad con las otras dos Personas de la Santísima Trinidad, y muestra que su misión en modo alguno menoscaba esta unidad, sino que hay en todas las Personas Divinas una perfecta unidad de paz, amor y otras virtudes. La segunda sección comienza tratando la historia de Sansón de la misma manera que la de Gedeón en el Libro I.

Sansón siempre tuvo éxito mientras el Espíritu Santo estuvo con él, pero cayó en desgracia tan pronto como fue abandonado. Se muestra que el poder del Espíritu Santo es el mismo que el del Padre y el del Hijo, y que hay una concordancia en el designio y la obra, y en la vivificación del hombre.

Él es el Creador y, por tanto, debe ser adorado, y trabajó con el Padre y el Hijo en la fundación de la Iglesia, y en conclusión se demuestra la unidad de operación en las Tres Personas. La tercera sección continúa el mismo argumento, mostrando que la misión de los profetas y apóstoles, e incluso del mismo Hijo, debe ser referida al Espíritu, pero sin sujeción alguna por parte del Hijo, ya que el Espíritu también recibe su misión del Padre y del Hijo.

A continuación se aborda y demuestra la divinidad del Espíritu Santo, y se aprovecha la ocasión para mostrar que no hay tres dioses ni tres señores, pues las tres divinas personas son una en santidad y naturaleza; y la obra concluye con un resumen de algunos de los principales argumentos.