Siskiyou Trail: La ruta de la Compañía de la Bahía de Hudson hacia California

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Título original:

Siskiyou Trail: The Hudson's Bay Company's Route to California

Contenido del libro:

La ruta de la Hudson's Bay Fur Company a California era el camino de los tramperos y comerciantes de pieles en las décadas de 1820, 1830 y 1840 desde Fort Vancouver (ahora en el estado de Washington) hasta San Francisco y más allá. ¿Acaso "carretera" significa para usted una autopista pavimentada de seis carriles? Retroceda en el calendario y piense en un camino áspero, pedregoso, escarpado, mal señalizado y lleno de peligros a cada paso: enfermedades, hambre, ataques de los indios y cosas peores.

En busca principalmente de castores y nutrias marinas, los hombres eran atraídos desde Quebec y Montreal, San Luis y el Lago Superior, la Bahía de Hudson y Winnipeg, Taos y Santa Fe y Hawai. Vinieran de donde vinieran, se convirtieron en el puñado de montañeses errantes que participaron en el primer boom de California: el comercio de pieles. Hasta la publicación de este libro, apenas existía documentación sobre la ruta.

Gigantes de la ruta como Jedediah Smith y Peter Skene Ogden han pasado a la historia. Pero los líderes de la ruta fueron, en el mejor de los casos, reporteros indiferentes, y sus seguidores -una colcha de retales étnicos de ingleses, escoceses, irlandeses, francocanadienses, mexicanos, negros americanos, iroqueses, abenakis, mestizos y kanakas de Hawai- tuvieron suerte si pudieron escribir sus nombres.

Las exploraciones, los descubrimientos, las increíbles penurias, las aventuras y el humor ocasional -que iluminaba las travesías como el sol después de una lluvia torrencial- se entremezclan para conformar este relato imponente. A diferencia de algunos de los senderos históricos de nuestro país, que han sido destruidos o están prácticamente sin recorrer, la accidentada ruta de los hombres de las pieles no era más que el principio. Pocos años después, por ella circularon trenes de carga, vagones y, más tarde, diligencias de la Concordia.

En 1887 ya era la vía del ferrocarril que aún une Oregón y California. En la actualidad, paralela a la vía del Southern Pacific, la carretera 5 transporta camiones y remolques hacia el norte y el sur con una facilidad que los montañeros de hace 150 años habrían envidiado.