Ser Iglesia

Título original:

Being the Church

Contenido del libro:

Si la liturgia divina es realmente tan hermosa como afirmamos, ¿no asistiría más gente? ¿No crecería la Iglesia? Impulsados por nuestro deseo de crecimiento, contamos, analizamos, hacemos gráficos y trazamos estrategias, pero a menudo con pocos resultados discernibles.

Ese es probablemente el resultado de centrarnos en aspectos secundarios de la vida de la iglesia. Como sabemos, la existencia misma de una iglesia es un don de la presencia de Dios y no el resultado de ninguna acción particular llevada a cabo por seres humanos.

Por esa razón, la iglesia consiste principalmente en ser algo más que en hacer o conseguir algo. Así pues, el crecimiento de la Iglesia no se refleja en un aumento constante del número de fieles, del dinero y de las actividades, sino en una conformidad cada vez mayor con el ideal divino. Así pues, para evaluar el crecimiento eclesial, primero tendremos que preguntarnos qué se supone que debe ser la Iglesia.

Una respuesta a esta pregunta se encuentra en las cuatro características de la Iglesia que figuran en el credo: Unidad, Santidad, Catolicidad y Apostolicidad. Estas cuatro características sirven como matriz o marco dentro del cual podemos centrarnos en los aspectos primarios del ser eclesial y ayudarla a crecer y a convertirse en lo que estaba destinada a ser.