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Separadas por su sexo examina la transición en la percepción del género desde el siglo XVII hasta finales del XVIII en la sociedad angloamericana, explorando cómo los papeles de la mujer pasaron de una comprensión más basada en el rango social a una mayor conciencia de los roles específicos de cada género. El libro entrelaza la historia intelectual y social, presentando retratos detallados de mujeres influyentes y textos menos conocidos para ilustrar estos cambios.
Ventajas:Norton ofrece un análisis contundente y convincente del cambio en los roles de género, equilibrando la historia intelectual y social con convincentes viñetas biográficas. El libro está bien documentado, resucita textos poco conocidos que enriquecen la narración y ofrece una profunda visión de los rápidos cambios en el papel de la mujer en vísperas de la Revolución Americana.
Desventajas:El libro se centra principalmente en la historia intelectual, lo que puede no resultar atractivo para los lectores que busquen una perspectiva histórica más social. Algunos pueden encontrar el tono académico denso o desafiante, especialmente si buscan una lectura más ligera.
(basado en 2 opiniones de lectores)
Separated by Their Sex: Women in Public and Private in the Colonial Atlantic World
En Separados por su sexo, Mary Beth Norton ofrece una audaz genealogía que muestra cómo el género llegó a determinar el derecho de acceso a la esfera pública angloamericana a mediados del siglo XVIII. Anteriormente, tanto los hombres como las mujeres de alto estatus habían sido reconocidos como actores políticos apropiados, como ejemplificaron durante y después de la Rebelión de Bacon las acciones de -y las reacciones a- Lady Frances Berkeley, esposa del gobernador de Virginia.
Por el contrario, cuando las primeras mujeres inglesas corrientes que reclamaron una voz política dirigieron peticiones colectivas al Parlamento durante la Guerra Civil de la década de 1640, los hombres criticaron implacablemente y parodiaron sus esfuerzos. Aun así, ya en 1690 se reconocían públicamente los intereses y opiniones políticas de las mujeres angloamericanas. Norton atribuye el profundo cambio de actitud hacia la participación de la mujer en los asuntos públicos a los árbitros culturales de la época, entre ellos John Dunton, editor del Athenian Mercury, una popular publicación periódica de la década de 1690 que promovía los vínculos de la mujer con el marido, la familia y el hogar.
Dunton fue el primer autor conocido que aplicó la palabra privado a las mujeres y a su vida doméstica. Posteriormente, los inmensamente influyentes autores Richard Steele y Joseph Addison (en el Tatler y el Spectator) avanzaron la noción de que la participación de la mujer en la política -incluso en los diálogos políticos- era absurda.
Ellos y muchos imitadores a ambos lados del Atlántico defendían que las mujeres debían limitarse al hogar y la familia, una postura que las propias mujeres estadounidenses habían adoptado en la década de 1760. Las mujeres coloniales incorporaron las ideas novedosas a la concepción que tenían de sí mismas; durante actividades tan privadas como sentarse alrededor de una mesa a tomar el té, trabajaban para definir sus propias vidas.
En la cúspide de la Revolución Americana, concluye Norton, se había establecido firmemente una nueva división de género entre lo público y lo privado.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)