Puntuación:
Resucitando a Leonora Piper», de Michael Tymn, ofrece una visión exhaustiva de la vida y la mediumnidad de Leonora Piper, una famosa médium en trance, al tiempo que analiza las investigaciones científicas que validan sus afirmaciones sobre la comunicación con los espíritus. El libro ha sido elogiado por su exhaustiva investigación y su facilidad de lectura, aunque algunas críticas señalan que carece de profundidad a la hora de abordar el escepticismo.
Ventajas:⬤ Bien escrito y accesible para los nuevos en el tema.
⬤ Documentación exhaustiva sobre la mediumnidad de Piper y las investigaciones de científicos prominentes como William James y Richard Hodgson.
⬤ Proporciona pruebas convincentes que apoyan la idea de una vida después de la muerte, por lo que es una contribución significativa a la literatura parapsicológica.
⬤ Transcripciones detalladas de las sesiones que muestran el nivel de las pruebas recogidas.
⬤ Destaca la transformación de escépticos en creyentes a través de su investigación.
⬤ Algunos lectores opinan que sólo araña la superficie del complejo caso de Piper y no cubre todos los ángulos a fondo.
⬤ Ciertos errores señalados en el texto y un sesgo percibido hacia la hipótesis de la comunicación espiritual sin abordar adecuadamente las explicaciones alternativas.
⬤ Algunas descripciones pueden ser demasiado técnicas o no lo suficientemente atractivas para lectores ocasionales.
⬤ Algunas reseñas indican que puede no resultar atractivo para quienes ya están familiarizados con el tema, pues carece de nuevas perspectivas para ellos.
(basado en 31 opiniones de lectores)
Resurrecting Leonora Piper: How Science Discovered the Afterlife
Mucho antes de que el darwinismo, como llegó a denominarse, impactara en el mundo culto durante las cuatro últimas décadas del siglo XIX, la religión dominante estaba en declive, a medida que se imponían la ciencia y su concomitante, el racionalismo. El libro de Thomas Paine, La edad de la razón, publicado en tres partes (1794, 1795 y 1807) influyó en muchas personas cultas para que repudiaran sus creencias religiosas, incluyendo tanto a Dios como la idea de una vida después de la muerte. El darwinismo fue el golpe de gracia para los que no sabían en qué creer, ya que se consideraba que refutaba totalmente el relato bíblico de la creación expuesto en el libro del Génesis, según el cual Dios creó el mundo en siete días. Falsus in uno, falso in omnibus -falso en uno, luego falso en todos- parece haber sido la conclusión lógica. Después de todo, si la Biblia había sido inspirada por Dios, como proclamaban los líderes religiosos, ¿cómo podía un Dios omnisciente equivocarse tanto? Por lo tanto, Dios no debe existir, y si Dios no existe, tampoco debe haber vida después de la muerte.
Si hemos de creer a los espíritus que se comunicaron en los años inmediatamente posteriores al advenimiento del espiritismo en Hydesville, Nueva York, durante 1848, había un plan detrás de todo, un plan que era el resultado de una creciente pérdida de fe y de valores espirituales en un mundo cada vez más materialista. "Es para unir a la humanidad en armonía y convencer a los escépticos de la inmortalidad del alma", fue la respuesta dada al gobernador del Territorio de Wisconsin, Nathaniel P. Tallmadge, cuando preguntó a un espíritu comunicador que decía ser John C. Calhoun, ex vicepresidente de los Estados Unidos, sobre el propósito de los extraños fenómenos. Unos tres años después de la fundación de la Sociedad para la Investigación Psíquica (SPR) en Londres en 1882, Leonora Piper, una joven ama de casa de Boston, Massachusetts, fue "descubierta" por William James, psicólogo pionero, de la Universidad de Harvard. A través de la Sra. Piper se transmitían mensajes que parecían proceder de espíritus de difuntos. Poco después del descubrimiento de la Sra. Piper, se formó la rama americana de la SPR (ASPR) bajo la dirección del profesor James, y su tarea principal se convirtió en el estudio de su mediumnidad, aunque también emprendió la investigación de otros médiums y fenómenos paranormales. Otros reputados científicos y eruditos estudiaron a la Sra. Piper durante un cuarto de siglo.
Desgraciadamente, debido a la resistencia de la ciencia convencional, por un lado, y de la religión ortodoxa, por otro, ya que esta última considera que la comunicación con los espíritus es demoníaca, la investigación ha sido, en su mayor parte, archivada en armarios cubiertos de polvo y tachada por muchos de anticuada. Los escépticos la tachan de producto de alucinaciones y delirios y concluyen que la Sra. Piper no era más que otra charlatana, lo bastante lista como para embaucar a muchos hombres y mujeres inteligentes en cientos de observaciones a lo largo de unos 25 años. Como los investigadores llegaron a comprender, los espíritus se enfrentan a muchos obstáculos a la hora de comunicarse con el reino terrenal, por lo que sus mensajes suelen ser fragmentarios, confusos, distorsionados, sin sentido y erróneos. El profesor James lo llamó el material "bosh", considerándolo una de las principales razones por las que la mediumnidad de la señora Piper no era más ampliamente aceptada. En este libro, el autor Michael Tymn filtra gran parte de la basura, permitiendo al lector apreciar mejor la comunicación genuina. Explora las diversas interpretaciones, distintas del fraude, consideradas por los investigadores. Aborda el tema como un abogado que defiende la realidad de la comunicación espiritual.
Cree que quienes estudien detenidamente la investigación y se tomen el tiempo necesario para comprenderla probablemente verán a Leonora Piper como el "cuervo blanco" que William James proclamó que era: la que demostró que no todos los cuervos son negros, la que aportó a la ciencia pruebas muy intrigantes de que, en determinadas condiciones, los "muertos" pueden comunicarse con nosotros.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)