Química y Fisiología Celular: Parte I: Volumen 4

Título original:

Cell Chemistry and Physiology: Part I: Volume 4

Contenido del libro:

Éste es el primero de un módulo de 4 volúmenes que constituye una introducción al estudio de la química y la fisiología celulares. No pretende ser de naturaleza enciclopédica, sino más bien un estudio general de la materia, con énfasis en aquellos temas que son fundamentales para la comprensión de la biología celular y los que sin duda serán cada vez más importantes en la enseñanza de la medicina moderna.

Hemos seguido lo que nos han parecido las divisiones lógicas del tema, empezando por las proteínas. Allewell y sus colegas subrayan que las proteínas se pliegan espontáneamente para formar estructuras tridimensionales complejas y que algunas de ellas se despliegan con la ayuda de proteínas llamadas chaperonas. Nelsestuen demuestra que la cinética de Michaelis-Menten describe el comportamiento de las enzimas en el tubo de ensayo. El formalismo es especialmente útil en la búsqueda de agentes de valor terapéutico, como ejemplifica el metotrexato. Van der Vusse y Reneman analizan la captación de sustratos por células de mamíferos y sus conversiones metabólicas. Sin embargo, tanto Welch como Savageau exponen la opinión de que la célula no es simplemente un saco lleno de enzimas. Savageau insta al biólogo a abandonar el formalismo de Michaelis-Menten y aplicar la ley de potencia. También se le dice al biólogo que para llegar a una teoría del control metabólico habrá que recurrir a aproximaciones sucesivas que requieran el uso del ordenador. Storey y Brooks muestran que la información obtenida de la bioquímica comparada ha arrojado nueva luz sobre los mecanismos de la depresión de la tasa metabólica y la tolerancia a la congelación, y que es aplicable a la tecnología del trasplante de órganos. Se nos recuerda que la adaptación de las enzimas es en parte el resultado de la presencia de una envoltura hidratante de agua vicinal que estabiliza la conformación de la enzima.

El agua vicinal, según Drost-Hausen y Singleton, se encuentra junto a la mayoría de los sólidos y las interfaces proteicas. Los pliegues o rupturas observados en la pendiente del gráfico de Arrhenius se atribuyen a cambios estructurales en el agua vicinal. Hempling ha demostrado que la regulación del volumen celular implica la regulación del agua celular. Podría ser que el osmo-receptor o sistema de detección de volumen sea una proteína que une el citoesqueleto a canales K y C1 específicos. Además, es interesante que ahora se sepa que las acuaporinas, que son proteínas de membrana formadoras de canales de agua, existen tanto en tejidos renales como extrarrenales. Una de las porinas renales se ve afectada por la vasopresina.

A continuación pasamos a la síntesis de proteínas (Rattan) y a otros temas importantes como la glucosilación de proteínas (Hounsell), la metilación (Clarke), la ADP-ribosilación (Pearson) y la prenilación (Gelb). Entre los cuatro tipos de lípidos unidos a las proteínas de membrana se encuentran los grupos prenilo. Ford y Gross, en su capítulo sobre lipobiología, destacan la acumulación de acilcarnitina y lisofosfolípidos durante el infarto de miocardio.