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Las memorias de James Salter «Quemar los días» ofrecen un relato rico y lírico de su vida, desde su educación privilegiada en Nueva York y sus experiencias en West Point hasta su carrera como piloto de caza y escritor. Aunque se alaba su belleza y sus cautivadoras descripciones, sobre todo de los vuelos, se critica la última parte del libro por ser episódica y carecer de profundidad en los retratos femeninos.
Ventajas:⬤ Hermoso y lírico estilo de escritura con exquisitas descripciones, en particular de las experiencias de vuelo.
⬤ Historia de vida fascinante y experiencias diversas que van desde los círculos militares a los literarios.
⬤ Cándida reflexión sobre su época en West Point y en tiempos de guerra.
⬤ Atractiva narración, especialmente en las primeras secciones.
⬤ El libro se vuelve menos atractivo en la segunda mitad, basándose en recuerdos episódicos que pueden carecer de conexión.
⬤ Algunos lectores encontraron insatisfactorio el retrato de las mujeres, considerándolas secundarias frente a los personajes masculinos.
⬤ Hay momentos de elitismo que pueden alienar a algunos lectores.
⬤ Ciertos pasajes pueden resultar difíciles de leer por problemas de ritmo.
(basado en 68 opiniones de lectores)
Burning the Days: Recollection
En este brillante libro de recuerdos, uno de los mejores escritores de Estados Unidos recrea personas, lugares y acontecimientos que abarcan unos cincuenta años, dando vida a toda una época a través de la sensibilidad de un hombre. Escenas de amor y deseo, amistad, ambición, la vida en ciudades extranjeras y Nueva York, son inolvidablemente representadas aquí en el estilo único por el que James Salter es ampliamente admirado.
Quemar los días capta una vida singular, comenzando con una infancia en Manhattan y luego, satisfaciendo los deseos de su padre, la graduación en West Point, seguida del servicio en las Fuerzas Aéreas como piloto. En algunas de las páginas más evocadoras jamás escritas sobre la aviación, Salter describe la euforia y el terror del combate como piloto de caza en la Guerra de Corea, escenas que se equilibran con inquietantes páginas sobre el amor y la pasión de un joven por las mujeres.
Tras dimitir del Ejército del Aire, Salter inicia una segunda vida, convirtiéndose en escritor en el Nueva York de los años sesenta. Pronto el cine le llama. Hay vívidos retratos de actores, directores y productores: Polanski, Robert Redford y otros. Aquí también, y lo que es más importante, aparecen escritores que fueron influyentes, algunos por su carácter, como Irwin Shaw, otros por su gusto y conocimientos.
En última instancia, Quemar los días es una iluminación de lo que es ser un hombre y de lo que significa convertirse en escritor.
Sólo una vez cada mucho tiempo -Habla, memoria, de Vladimir Nabokov, o Memorias de África, de Isak Dinesen- aparece un libro de memorias de una claridad y un poder tan extraordinarios. De forma poco convencional, Quemar los días es un logro asombroso del escritor del que The Washington Post Book World dijo que "habita en las mismas alturas enrarecidas que Flannery O'Connor, Paul Bowles, Tennessee Williams y John Cheever": un libro raro e inolvidable.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)