Puntuación:
El libro «Proust era neurocientífico», de Jonah Lehrer, explora la intersección entre arte y neurociencia, sugiriendo que muchos artistas tenían conocimientos sobre la cognición humana anteriores a los descubrimientos científicos. Aunque algunos lectores aprecian su prosa atractiva y sus conexiones que invitan a la reflexión, otros critican su falta de rigor científico y sus afirmaciones sin fundamento.
Ventajas:⬤ Una narración atractiva y bien escrita que conecta el arte con la neurociencia
⬤ muchos lectores la encuentran perspicaz y disfrutan con su exploración de la intuición artística
⬤ ofrece una perspectiva refrescante de la relación entre la ciencia y las artes.
Las críticas apuntan a afirmaciones controvertidas sobre la ciencia y el arte, a la falta de pruebas científicas sólidas que respalden las conclusiones del autor, y algunos críticos consideran que los ensayos carecen de profundidad y enfoque, haciendo que el libro parezca una colección de ideas vagamente relacionadas.
(basado en 137 opiniones de lectores)
Proust Was a Neuroscientist
Proust era un neurocientífico, del autor superventas del New York Times Jonah Lehrer, es una ingeniosa mezcla de biografía, crítica y literatura científica de primer orden que insta a la ciencia y al arte a escucharse más atentamente, ya que las mentes dispuestas pueden combinar lo mejor de ambas con un efecto brillante.
En esta era impulsada por la tecnología, resulta tentador creer que la ciencia puede resolver todos los misterios. Después de todo, la ciencia ha curado innumerables enfermedades e incluso ha enviado seres humanos al espacio. Pero, como argumenta Jonah Lehrer en este brillante debut, la ciencia no es el único camino hacia el conocimiento. De hecho, cuando se trata de entender el cerebro, el arte llegó primero.
A partir de un grupo de artistas -un pintor, un poeta, un cocinero, un compositor y un puñado de novelistas-, Lehrer muestra cómo cada uno de ellos descubrió una verdad esencial sobre la mente que la ciencia está redescubriendo ahora. Descubrimos, por ejemplo, cómo Proust reveló por primera vez la falibilidad de la memoria; cómo George Eliot descubrió la maleabilidad del cerebro; cómo el chef francés Escoffier descubrió el umami (el quinto sabor); cómo Cézanne desentrañó las sutilezas de la visión; y cómo Gertrude Stein expuso la estructura profunda del lenguaje, medio siglo antes que Noam Chomsky y otros lingüistas.
Proust era neurocientífico es la historia definitiva de cómo el arte se impone a la ciencia, demostrando que reducirlo todo a átomos, siglas y genes tiene un coste. Medir no es lo mismo que comprender, y el arte lo sabe mejor que la ciencia.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)