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El libro presenta un análisis crítico de la dependencia de los ensayos controlados aleatorios (ECA) en la formulación de políticas basadas en pruebas. Aboga por un enfoque más matizado que tenga en cuenta los contextos únicos de cada caso, sugiriendo que lo que funciona en un lugar puede no aplicarse en otro. Aunque algunos lectores lo consideran perspicaz e importante, otros lo critican por repetitivo e innecesariamente largo.
Ventajas:** Importante y accesible para la política y la administración públicas. ** Cuestiona la excesiva dependencia de los ECA y aboga por un análisis basado en pruebas más matizado. ** Las ideas complejas se presentan de una manera fácil de entender. ** Proporciona información valiosa para los responsables políticos y académicos. ** Incluye ejemplos de la vida real relevantes en diferentes contextos.
Desventajas:** Repetitivo y demasiado largo; algunos creen que podría condensarse. ** Los críticos sostienen que no ofrece soluciones prácticas más allá de su mensaje principal. ** No todos los lectores encuentran sus argumentos convincentes o novedosos. ** Algunas críticas sugieren que puede no servir eficazmente para todos los fines prácticos.
(basado en 11 opiniones de lectores)
Evidence-Based Policy: A Practical Guide to Doing It Better
En los últimos veinte años, se ha convertido en norma exigir a los responsables políticos que basen sus recomendaciones en pruebas. Esto ya no es controvertido hasta el punto de la trivialidad: por supuesto, la política debe basarse en los hechos.
Pero, ¿son correctos los métodos en los que se basan los responsables políticos para reunir y analizar las pruebas? En Evidence-Based Policy, Nancy Cartwright, eminente académica, y Jeremy Hardie, que ha desarrollado una larga y fructífera carrera tanto en el mundo de los negocios como en el de la economía, explican que los métodos dominantes que se utilizan actualmente -en términos generales, métodos que imitan las prácticas habituales en medicina, como los ensayos aleatorios de control- no funcionan. Fallan, sostienen Cartwright y Hardie, porque no mejoran nuestra capacidad de predecir si las políticas serán eficaces. Los métodos predominantes son deficientes no sólo porque las ciencias sociales, que operan en el ámbito de la política del mundo real y tratan con personas, difieren mucho del entorno de las ciencias naturales del laboratorio.
Más bien, hay razones de principio por las que los consejos que se ofrecen ahora para elaborar y aplicar políticas conducirán a malos resultados. Las guías actualmente en uso tienden a clasificar los métodos científicos según el grado de fiabilidad de las pruebas que producen.
Esto es valioso en ciertos aspectos, pero no ofrece muchos consejos sobre cómo utilizar esas pruebas. Evidence-Based Policy se centra en mostrar a los responsables políticos cómo utilizar eficazmente las pruebas, explicando qué tipos de información son los más necesarios para elaborar políticas fiables, y ofrece lecciones sobre cómo organizar esa información.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)