Poder, traición y conspiración en la Inglaterra de los Tudor: Margaret Clitherow, una santa isabelina

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Título original:

Power, Treason and Plot in Tudor England: Margaret Clitherow, an Elizabethan Saint

Contenido del libro:

El periodo Tudor se caracterizó por la agitación religiosa. Bajo el reinado de Isabel I, la Iglesia Protestante de Inglaterra, que se reformaba lentamente, consiguió por fin un cierto grado de estabilidad, pero muchas personas, desde indigentes hasta lores, se aferraban al catolicismo. La mayoría cruzaba los dedos y asistía a los oficios protestantes. Otros, los "recusantes", permanecieron desafiantes y se negaron a conformarse.

Este libro se adentra en la vida y muerte de una destacada recusante católica, Margaret Clitherow, y en los acontecimientos más amplios que dieron forma a su historia y a la de muchos otros. En 1970, Margaret fue nombrada santa, una de los Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales. Todos sufrieron un destino similar.

El gobierno de Isabel se enfrentaba a múltiples amenazas: malas cosechas, enfermedades, intentos de invasión y complots para sustituir a la reina por un monarca católico. En York, crecían las fricciones entre el Consejo del Norte y la Corporación de la ciudad. Pero para gran parte de la población, la vida seguía su curso normal. Una familia acomodada de la ciudad celebró el nacimiento de una hija. Criada durante un tiempo como protestante, Margaret Middleton acabó casándose con un carnicero, John Clitherow. Se establecieron en Shambles y formaron una familia. El destino de Margaret cambió cuando abrazó el catolicismo.

En 1586, el padrastro de Margarita fue elegido lord alcalde de York. Unas semanas más tarde, Margaret fue arrestada por albergar a sacerdotes católicos. ¿Coincidencia o algo más siniestro? Lo que sucedió después fue sensacional. Una mujer enfrentándose a las autoridades del norte, la Iglesia de Inglaterra y el poder judicial. Condenada a muerte por negarse a declarar ante el tribunal, Margaret recibió un indulto de última hora debido a las alegaciones de su embarazo, sólo para que éstas fueran rechazadas. Tras la brutal ejecución de Margarita, se dice que la reina Isabel se disculpó ante el pueblo de York.

Con una mártir y ninguna vencedora, la historia de Margarita se examina como un microcosmos de la vida de los Tudor, una tragedia familiar de fe y traición, con un telón de fondo de juegos de poder político, traición y conspiración.